Nos dice:
Estimados:
Hoy descubrí La Barca y devoré todo lo que pude;
no puedo menos que sentirme representado por su ideario, toda vez que vivo
situación de divorciado en nueva unión pero sigo siendo un cristiano católico, hambriento
del Pan de vida y de la Bebida de salvación.
Les cuento que sufriendo mucho la inhabilitación a comulgar y siguiendo el consejo de un sacerdote, después de mucho rezar, hicimos con mi
mujer el compromiso de vivir como hermanos.
Sabemos que no es natural, pero –como dicen por ahí: a
grandes problemas grandes soluciones-, pero lo hicimos porque el amor a Cristo
es mayor que el amor a nuestra necesidad física y si algún día nos fuimos por
otros caminos preferimos encarar esta modo de relación, en la esperanza que algún
día la Iglesia solucione definitivamente nuestro problema y podamos volver a
vivir en gracia de Dios y con toda la libertad de los esposos.
Estamos tan esperanzados como Ustedes y si bien no podremos
estar en la peregrinación, estaremos muy unidos en oración y esperanza.
Que Dios los bendiga.
Atentamente
Respuesta:
Vuestra decisión es muy valiente, hace falta ponerle bríos para llegar a tal extremo, aparte está en un todo de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia, con lo cual es inobjetable, digna de elogio y ponderación.
Con el mismo énfasis que los felicitamos por la hidalga determinación nos atrevemos a preguntarnos si el negarse a "realizar las actividades propias de los esposos" como versa la EA Familiaris Consortio, los hará más fieles, más felices, mejores personas, más respetuosos con sus ascendientes y con sus descendientes, más caritativos con los pobres y más críticos con los que crean que se lo merecen.
¿Acaso no podríamos poner en boca de Francisco una frase que dijera:?
"He conocido a quienes vivían en una nueva unión, mantenían relaciones y eran buenas personas" y hasta agregar "y también he conocido a sacramentados que decían hacer un culto de la castidad conyugal y eran escasamente buenas personas.
"He conocido a quienes vivían en una nueva unión, mantenían relaciones y eran buenas personas" y hasta agregar "y también he conocido a sacramentados que decían hacer un culto de la castidad conyugal y eran escasamente buenas personas.
Para que alguien plantee estas cosas es que oraremos en la Peregrinación, en palabras simples y muy entendibles, para que comulgar y copular no sea como el agua y el aceite, que sean como el aceite y el vinagre.
Mario Alberto: Muy valerosa tu actitud y entiendo el sufrimiento de los hermanos frente al impedimento de saciarse con Jesús Sacramentado. En la diversidad de la Viña del Señor los pensamientos y los sentimientos, gloria a Dios, difieren justamente para ayudarnos a crecer en el camino hacia su Morada.
ResponderEliminarEl Señor nos guía y nosotros somos sus obreros y cada uno va sembrando, a su modo, en tierra fértil.
Eso le gusta mucho más al Señor que quedarnos en la impotencia.
En mi situación de pareja (sin hijos) tuve que remar mucho no sólo para comprender mi impedimento a la comunión sino también hacer oídos sordos a la "comidilla" que lamentablemente existe entre los prójimos. Un buen día agarré el toro por las astas y desde mi pobreza espiritual emprendí el camino para buscar al Señor y dejarme encontrar por Él. Hoy mis comuniones son espirituales y ¡ qué bello es silenciar el alma, dejar que la brisa me bañe y recostarme en el silencio sublime de Su Presencia. Cabe preguntar ¿soy menos cristiana? y me respondo con un fuerte¡NO!.... pero si no puedo remediar mi falla, mi perseverancia tiene mucho valor para el Señor pues Él vino a buscar a pecadores y cada día nuestro impedimento debe ser ofrecido al Señor con obras, llevando ánimo, sonrisa, dulzura y pan a nuestro próximo necesitado. Esto nos puede llevar a vivir algunas sorpresas cuando estemos frente a Su Rostro.
Mario Alberto: quiera Dios que mi breve comentario sirva de ayuda, para perseverar en el camino del Amor Incondicional. Desde Argentina, lleguen a vos y tu esposa mis bendiciones.
Clarita