Cuenta la leyenda que, en una muy reciente celebración, un muy encumbrado sacerdote se habría referido a algunos vehículos del estilo del
nuevo papa móvil como "coches
viejos flojos de papeles".
Quizás pensando que por viejos deberían ir al desguace,
o tal vez que por flojos deberían ser “apretados” o más aún que por viejos
deberían ser considerados sin papeles, sin documentación y de ser posible hasta
impedírseles la circulación.
Nuestro Papa, el suyo y el nuestro aceptó el
ofrecimiento de un coche viejo (un Renault 4 de los ´70) y hasta quizás flojo de papeles sin más
preguntas que si alguien lo necesitaba, en un verdadero acto de amor, carente
de cualquier planteo discriminatorio, dando un ejemplo que debería ser tenido
en cuenta.
Esta reflexión no pretende llevar a la creencia que
hemos enloquecido, simplemente es una alegoría para poner de manifiesto nuestra
extrañeza y rechazo a tales declaraciones, las que surgirían de una homilía donde
se comparó a los divorciados en nueva unión con “coches viejos flojos de
papeles”
Por lo que, con el debido respeto, cabría poner en
conocimiento de quien ha tenido la poco feliz ocurrencia de informarle que aunque
seamos coches viejos tratamos de llevar en ellos a nuestra familias, que
mantenemos la marca original de la fe aunque se vea con escasa nitidez, por
algunos, y que la entrada al Cielo quizás no requiera de tantos papeles, ni
de tantas formalidades, como las que algunos ostentan escondiendo un fariseísmo
incompatible con lo que dicen profesar.
Resulta obvio que es mejor ser joven, tener dinero y estar sano, que ser pobre, viejo y enfermo, pero a veces no se puede tener
todo, nosotros tenemos fe, compromiso, no discriminamos a nadie y hasta tenemos
la bonhomía y caballerosidad de aceptar a quienes nos denigran.
Y que nadie se sorprenda si un día el parking del infierno
está lleno de autos de alta gama y en otra parte estacionan los coches viejos,
aunque estén faltos de algunos, y sólo algunos, papeles.
Si la información que recibimos fuera incorrecta, cosa que es altamente improbable, que la presente sea testimonio que no dejaremos pasar ninguna oportunidad de rechazar la discriminación, provenga de quien provenga y sea el sucesor del que sea.
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