851 - SEGUIMOS ACLARANDO (Parte 1)

Hemos recibido un mail, tan extenso como respetuoso, que hemos tomado la decisión de compartir, tanto sus dichos como nuestras respuestas para que cada uno saque sus propias conclusiones.

En este Post, la 1º parte de nuestra contestación y en el siguiente la 2º parte para permitir una lectura ordenada.

Nos dice

Leí un comentario suyo diciendo que los divorciados en nueva unión sufren discriminación al no poder tomar la comunión.

Respondemos:

Aunque deberíamos verificar el texto completo del comentario, asumiremos por un instante que fuera ese el contenido, en cuyo caso nos retractaremos y diremos que:

Los católicos divorciados en nueva unión no nos sentimos discriminados únicamente porque no podemos acceder a los Sacramentos, situación esta de importante relevancia, nos sentimos cruel e inmisericordemente tratados y descalificados cuando:

• Nos ponen mil obstáculos para que nuestros hijos puedan acceder a una vacante en un colegio confesional.
• Nos niegan la posibilidad de ser padrinos de bautismos, confirmaciones y casamientos.
• Nos impiden participar en muchos movimientos de la iglesia.
• Nos miden los Tribunales Eclesiásticos con diferentes varas por ser pobres y anónimos que si fuéramos ricos y famosos.
• Nos niegan todas las indulgencias plenarias
• Nos niegan la posibilidad de ser Embajadores de nuestros países ante la Santa Sede.
• Nos exigen actitudes que al reto de ni siquiera se le menciona.
• Nos agravian con comentarios que parecieran salidos de la Santa Inquisición
• Nos cuestionan nuestro proceder en la vida como si la hubiéramos elegido para desagradar a Dios.
• Nos impulsan a la Comunión espiritual como premio consuelo o castigo por ser pecadores compulsivos, como si la Virgen María y San José hubieran tenido dos hijos uno que dio la vida por los pecados del mundo y otro para los divorciados en nueva unión.

 Y además porque:

• Casi no existe un pastoral moderna, aggiornada, contenedora y realmente misericordiosa que entendiendo la problemática acoja en su seno a los que realmente nos sometemos al Fuero Externo y que necesitamos, imploramos y quizás hasta merecemos un trato mucho más caritativo.
• Quienes comparten, como nosotros, que la Iglesia es la casa de todos son denostados, sean simples y humildes curas de a pie hasta cardenales y porque no decirlo hasta el mismísimo papa Francisco.
• Los sectores más retrógrados, preconciliares y fundamentalistas de nuestra querida Iglesia con medios de los que otros no dispone se encargan de llevar adelante una campaña sistemática de descalificación.

La lista sigue y mucho, lo sucede es que algunas veces una frase sacada de contexto puede conducir a errores, por eso ratificamos en un todo que nos sentimos discriminados y no solamente porque no somos admitidos en la Sagrada Eucaristía.