¡¡¡Que vergüenza!!! le gritaron piedra libre al cardenal Erdo que se confundió de discurso y en la apertura leyó el equivocado, no se enteró él y algunos otros, que ¿el año pasado ya habían reunido? ¿no escuchó los discursos del Papa? Si la desazón y la amargura de los que provenimos de las periferias fue importante con las noticias publicadas en la víspera, sería lógico suponer que luego al orador de marras le debe haber quedado un sabor amargo con la corrección recibida.
¡¡¡ Al fondo y con bonete !!! le tendría que haber dicho Francisco.
Ya lo dijimos ayer: esto recién empieza y todavía hay mucha tela por cortar.
Si alguna vez pedimos VOTACION NOMINAL y desde los sectores ultra conservadores y preconciliares nos saltaron a la yugular quizás sea la oportunidad de redoblar la esperanza y comenzar a pedir
conocer quienes son los matrimonios que participan, no sea cosa que todos estén teñidos del mismo color y se hayan olvidado de invitar a algunos otros para nivelar la balanza.
Los divorciados en nueva unión y otros periféricos no esperamos "café para todos" pero si que emerja una pastoral abierta, realista, contenedora, hospitalaria, acogedora, aggiornada y fundamentalmente misericordiosa que nos permita soñar con un futuro que merezca ser vivido y para eso no hace falta modificar la doctrina ni plantear el fin de la indisolubilidad del matrimonio, sobraría con que los Tribunales Eclesiásticos midieran con la misma vara a pobres y anónimos que a ricos y famosos y con eso ya tendríamos bastante.
