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Traducción: No hagan olas |
Previo al inicio del Sínodo el
ejército de foristas e internautas con marcado sesgo preconciliar,
fundamentalista y escasamente misericordioso inundaron los sitios webs donde se
podían insertar comentarios (salvo que fueran de corte aperturista, que en
muchos casos nunca los publicaban)
Esta semana la situación ha
cambiado.
La mayoría de los comentarios
filo fascistoides han desaparecido, lo poco que se sigue publicando (porque la
censura no existe en internet pero la moderación de los comentarios muchas
veces se le parece bastante) casi no recibe respuestas y los habituales, aunque
escasos, debates casi no existen.
Nada de réplicas, nada de cruces,
nada de confrontación, nada de cambio de opiniones, nada de descalificaciones,
nada de insultos, nada de nada.
Es posible que sea producto de la
casualidad, de la imaginación o de algún trastorno obsesivo-compulsivo
con delirios de persecución,
pero no habría que extrañarse que la consigna de esta semana hubiera sido:
vamos ganando, no hagan olas.