No deben existir coches que no tengan un tacómetro, ese relojito que mide
las vueltas que da el motor y que se expresa en revoluciones por minutos.
Esta unidad de medición es conocida por su abreviatura en ingles: RPM.
Aunque no nos consta, el que podría tener un buen tacómetro es Francisco,
quien ha pedido desde el inicio de su papado que el motor de nuestra fe, de
nuestro compromiso, de nuestra solidaridad y quizás de nuestra apertura mental
funcionen a miles de revoluciones por minuto, por eso ha repetido hasta el
cansancio RPM, en la Santa Sede, en la JMJ y en cada oportunidad que tiene.
Pero lo dice en clave, nos dice: ...
Recen Por Mi (RPM) y nosotros lo hemos
entendido y lo tendremos muy en cuenta, hoy y cuando el 5 de Octubre oremos en
la 1º Peregrinación Mundial de católicos Divorciados en Nueve unión, donde
rezaremos por él y por todos nuestros Obispos para que al tratar nuestra
problemática lo hagan con el corazón y la mente muy abiertas.