En Debate la comunión a los divorciados vueltos a casar
Escrito por Católico Digital
jueves, 06 de octubre de 2005
Un prelado neocelandés pide que se levante la prohibición a los divorciados, en la jornada de hoy del sinodo sobre la eucaristía, en el Vaticano.
Ciudad del Vaticano, 06 de octubre de 2005.-
Una luz al final del túnel parece vislumbrarse para millones de católicos divorciados vueltos a casar, que no pueden comulgar.
En el Sínodo de Obispos que comenzó el domingo en el Vaticano, este tema apareció como uno de los más candentes, al punto de que un prelado de Nueva Zelanda pidió sin medias tintas que se revise esta prohibición, a la que consideró un “escándalo”.
“Hay que enfrentar el escándalo de los que tienen hambre de eucaristía, del mismo modo que hay que enfrentar el escándalo del hambre física”, dijo anteayer John Atcherly Dew, arzobispo de Wellington, Nueva Zelanda.
Consciente de que en este tema hay bastante división en el seno de la Iglesia, Dew concluyó su intervención de seis minutos con un llamado a los más de 250 padres sinodales de todos los continentes a tener una visión “pastoral”.
“Como obispos tenemos el deber pastoral y la obligación, ante Dios, de considerar, discutir y superar las dificultades que oprimen a tanta gente.
Nuestras iglesias se enriquecerían si pudiéramos invitar a los católicos comprometidos, actualmente excluidos de la eucaristía, a regresar a la mesa del Señor”, afirmó.
Con audacia, Dew fue más allá: “Hay muchas personas cuyo matrimonio ha terminado tristemente, pero que nunca abandonaron la Iglesia y están excluidos de la eucaristía.
Ninguno de nosotros, en el Sínodo, puede ignorar su sufrimiento".
"Tenemos que encontrar modos para incluir a los que tienen hambre del Pan de Vida, buscar formas para que esta iglesia sea más inclusiva y dé la eucaristía a los que ahora están excluidos", exhortó.
Las palabras del prelado neozelandés chocaron con las expresadas el lunes último por el cardenal italiano Angelo Scola.
Relator general del Sínodo y prestigioso teólogo, en su "informe oficial antes de las discusiones" Scola habló de los divorciados que se han vuelto a casar, pero dejó en claro que se opone a que se levante la prohibición de comulgar.
Para enfrentar la cuestión, propuso simplificar los procedimientos necesarios para la nulidad del matrimonio.
Actualmente, de hecho, hay prelados que autorizan la comunión a divorciados vueltos a casar que conocen personalmente, pese a la prohibición de la Iglesia Católica.
El mismo cardenal Scola reconoció este hecho, al indicar en su informe que "a nadie se le escapa la difusa tendencia a la comunión eucarística de los divorciados que se han vuelto a casar, más allá de la enseñanza de la Iglesia".
La Iglesia Católica no reconoce el divorcio civil, y sólo permite la anulación, dictada por tribunales católicos que sentencian que el matrimonio nunca existió porque carecía de las condiciones necesarias, como por el libre albedrío o la madurez psicológica de uno o ambos cónyuges.
En el mundo hay varios millones de católicos que se divorciaron y se han vuelto a casar en segundas nupcias civilmente, que se consideran buenos católicos (sólo en los Estados Unidos hay 7 millones de divorciados católicos).
Pero la Iglesia Católica les prohíbe la comunión porque considera que viven en pecado.
No sucede lo mismo con la Iglesia Ortodoxa u otras confesiones cristianas, como la anglicana, que sí dejan comulgar a los divorciados vueltos a casar que demuestran ser buenos cristianos, porque consideran que la comunión sirve también para curar heridas y dar nueva vida.
El problema de los divorciados vueltos a casar, un tema que atañe a muchísimos fieles católicos, estuvo en los últimos años en el centro de varias propuestas.
Obispos alemanes habían propuesto una solución pastoral: que el divorciado vuelto a casar siguiera las recomendaciones de un sacerdote-guía, propuesto por el obispo, y después de un significativo camino de penitencia podría recibir la absolución, y luego la comunión.
Pero nunca hubo respuesta durante el largo pontificado de Juan Pablo II, que siempre se mantuvo firme sobre su exclusión de la eucaristía.
Un signo de apertura El hecho de que el tema se esté discutiendo directa y abiertamente en el primer Sínodo del pontificado de Benedicto XVI -que concluirá el 23 de este mes-, es muy importante, y se lo considera un signo de apertura.
Hay que aclarar, sin embargo, que esta "cauta" apertura no quiere decir que vaya a haber un cambio de parte de la Iglesia Católica en este tema.
Como el Sínodo es un órgano consultivo, sólo puede llegar a recomendar al Papa que se levante la prohibición de comulgar que pesa sobre los divorciados vueltos a casar; o que se discuta en profundidad el tema en otro Sínodo, convocado específicamente a tal efecto.
El papa Ratzinger, custodio de la ortodoxia católica durante un cuarto de siglo, famoso por su intransigencia y conservadurismo, desde que fue elegido pontífice ha demostrado que está dispuesto a escuchar todas las voces.
Y hay quienes creen que podría ser más flexible en este tema candente.
En julio último, luego de que un sacerdote romano le planteó el problema de los divorciados vueltos a casar, Benedicto XVI dijo que la cuestión deberá ser sometida a un mayor "estudio" por ser "una situación particularmente dolorosa".
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
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