El siguiente fue nuestro comentario:
Entre muchos
otros temas que hacen a la Encuesta Vaticana hay uno que es marketinero por
antonomasia y cada vez que se lo menciona logra titulares en el mundo entero y
es el relacionado con los divorciados en nueva unión y la imposibilidad de
acceso a la Eucaristía, como una simplificación, seguramente no deliberada, del
acceso a los Sacramentos.
Dentro de este
grupo, para nada minúsculo, se encuentran diferentes tipologías que hacen a la
cuestión y que no está de más intentar aclarar para evitar confusiones.
Algunos se
casaron por Iglesia por cuestiones de usos y costumbres, por la ceremonia, por
dar el gusto al cónyuge, a la familia o por cualquier otra situación similar y
recibieron como de “yapa” el Sacramento y como el mismo no tiene, en la mayoría
de los casos marcha atrás, hoy están incluidos “de facto” si se divorciaron y se volvieron a unir.
Otros que lo hicieron a conciencia, y luego pasaron a ser
Católicos de la BBC (bautismos, bodas y comuniones) y en esas celebraciones y
algún funeral llegan acompañados de su nueva unión, pero poco más, también de
los incluye de rebote.
Para estos grupos, lo que se está discutiendo, quizás, tiene la
misma importancia que reproducción de la araña pollito en la selva tropical,
pero a la hora de sumar como decía el Emérito de la Asunción de Benimaclet: un
grano no hace granero, pero al compañero.
Hay más que están incluidos en esta problemática, los que
tratando de no sentirse discriminados (por que la discriminación, como las
brujas, no existe pero que las hay, las hay) se han incorporado en propuestas
que asimilan sacramentados con de nueva unión y ahí no hay diferencias, sin
apreciar que al igual que el Sol, aunque no lo veamos Siempre está.
Los procesos de asimilación han conseguido en algunos casos
disimular la problemática, algo que funcionaba perfectamente en tiempos idos,
aunque de esos tiempos no haga tanto.
Otros, más audaces y reivindicativos, se han agrupado en torno a
convocatorias que supeditan el Fuero Externo a la cuestión de conciencia, o sea
que se pasan las reglas del juego por el Arc de Triomphe, y promueven, o
simplemente no cuestionan, el acceso a la Comunión, ya que eso es algo que
entienden como personal del “convencimiento en la legitima conciencia”.
Cabe destacar que ambas alternativas cuentan con Asesores
Espirituales, con lo cual de hacerse los distraídos: nada de nada.
De todos modos aunque nunca llueve a gusto de todos, cuando los
nubarrones de los posibles cambios pululan por debajo de las nubes, aparecen
émulos de Gene Kelly y Debbie Reynolds, por todos lados, ya que nadie quiere
perderse el bailar bajo la lluvia.
Los que hacemos La Barca (www.labarcaglobal.blogspot
Ante esta tormenta del desierto no podemos menos que sentirnos
con ganas este domingo de decirle al celebrante, “no te olvides de nosotros” y
a la vez invitarlo a que entre los “avisos parroquiales” de las futuras
celebraciones litúrgicas recuerde la convocatoria a la 1ª peregrinación de
católicos divorciados en nueva unión del 5 de Octubre próximo en El Vaticano.
Proveer de conformidad, si no es justicia, al menos será
misericordia.
Y así nos fueron contestando y nosotros respondiendo:
Richie Mac
Dermott (Presidente Sarmiento)
Pero si se
casaron como vos
decís podrían hacerle un favor al cónyugue y reconocerlo en la
autoridad eclesiástica es decir un abogado eclesiástico y se les anula el
casamiento lo que pasa es que a nadie le gusta reconocer la mentira o el engaño,
no?
No es difícil sólo
hay que ser sincero pero parece que el que dirán en este caso pesa mucho.
Richie Mac
Dermott (Presidente Sarmiento)
Católicos divorciados no existen existe separados la iglesia no tiene el
sacramento del divorcio.
Ya veo por donde viene el reclamo.
A Richie Mac Dermott:
Màs allá de las diferencias entre anular y
declarar nulo el matrimonio (sacramento) ya que eso se trata, la situación no
es tan sencilla y ni siquiera pasa por el reconocimiento de la mentira o el
error, por eso se habla de la flexibilización de las tramitaciones ante los
Tribunales Eclesiásticos, no se trata de modificar la Doctrina sino de adecuar
los procedimientos.
A Richie Mac Dermott:
Màs allá de discusiones semánticas, la definición
divorciados en vez de separados tiene bastantes raíces en la diferencia entre separación
y divorcio vincular, lo que devuelve la aptitud nupcial y consecuentemente
habilita para un nuevo casamiento de carácter civil y de allí su utilización
bastante extendida. Además es cierto que entre los Sacramentos no figura el del
Divorcio, como tampoco de la Separación, con lo cual sin demasiadas complicaciones
se pueden tomar ambos sin mayores inconvenientes.
Con relación a que ya ves por donde viene el reclamo, no alcanzo a
comprender tu visión de la problemática.
Apolinario Saravia (Nacional
de Tucumán)
pero si de
anulación
A Apolinario Saravia:
Algo me perdí, no entiendo el comentario
Diego Sebastián
Garcia (Propietario en Alquiler de Sonido)
Yo creo entender un poco a qué apunta tu comentario Mundy Labarca, y me
parece que se puede responder el interrogante de si es lícito para un católico
"divorciado" volver a comulgar, la Iglesia primero se fija si realmente
hubo matrimonio. Para que esto ocurra, las dos personas deben respetar
libremente lo que decidieron el día que asumieron el compromiso. Si nunca
existió el compromiso asumido, entonces entiendo que nunca hubo matrimonio,
pero todo es cuestión de revisar la doctrina de la Iglesia al respecto. En caso
de haber nulidad, es decir, que NUNCA HAYA EXISTIDO EL MATRIMONIO, entonces una
persona puede, mediante revisión exhaustiva del caso particular, volver a
comulgar en caso de una nueva unión.
A Diego
Sebastián García:
Estimado Diego: lo primero que hay que aclarar es el concepto
de licitud, algo poco utilizado dentro de la problemática, luego a la pregunta
si se puede volver a comulgar, la respuesta es SI, pero bajo determinadas
condiciones, las cuales están sólo relacionadas con el ejercicio de la
sexualidad.
La Iglesia no
se fija primero si en casamiento hubo elevación a Sacramento sino exactamente
lo contrario, es cada uno quien demostrar, en varias instancias, al menos 2,
que no lo hubo.
Otra aclaración,
no de concepto pero si de cronología, si se obtiene la Nulidad ya no hay nada
que demostrar, la nulidad es la consecuencia del fallo de al menos 2 Tribunales
Eclesiásticos y no la causa.
Llegar a esa
instancia no es imposible, pero a veces se parece tanto, que entre el ser y
parecer hay una mano de pintura de distancia.
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