Cada vez que confirmamos que
desde un nuevo país recibimos visitas eso nos produce un sabor agridulce, una
mezcla de alegría y tristeza, sentimientos encontrados, dudas y dolores reiterados.
Que nos visiten desde más países
y en forma reiterada es una señal inequívoca que La Barca, quizás por ser un
blog hecho por y para católicos divorciados en nueva unión de todo el mundo y
no tener patrones ni bajadores de líneas llega sin dificultad cada día más
lugares.
Esto sería un motivo de satisfacción
para cualquier blog, web o medio que difunde sus pensamientos y reivindicaciones
de modo libre, sin condicionamientos y sin tener más limitaciones que las que
surgen de la propia responsabilidad y el buen gusto.
Pero tiene una parte negativa, si
nos visitan de más lugares eso es porque la problemática, cuya discusión no
empezó con el papado de Francisco sino viene de muy atrás, es un fenómeno transversal
que cruza a la sociedad más allá de ubicación geográfica, status social, nivel educativo
y cualquier otra consideración que se le quiera dar.
Hoy le damos la bienvenida, luego
de las verificaciones en nuestros varios geo localizadores a quienes nos visitan
desde
Turquía y Kenia, sumándose a nuestra
cruzada internacional que parece no detenerse y todo eso a pesar que
proclamamos el sometimiento al Fuero Externo y no proponemos ninguna solución facilista
o sustentada en la inmediatez.
La Barca es eso, es libertad para
decir, es mesura para reclamar, es respeto por los que piensan diferente, es
comprensión por los que en su leal entender nos cuestionan, es compromiso con
el Magisterio, es síntesis es así, tanto como tú mismo.
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