COINCIDENCIAS

A partir de nuestro Post "Sin pelos en la lengua" desde Buenos Aires (ARG) Graciela nos envió este análisis que nos pareció tan interesante como todo lo que durante estos años nos ha ido compartiendo, realmente un material de obligada lectura y aunque no le guste a todo el mundo, no pasa nada, a nosotros nos pareció excelente y seguramente a la mayoría le sucederá lo mismo.

Nos dice:

Nunca terminan de decir estos obispos cuáles son los caminos pastorales de inclusión para los  divorciados en nueva unión que propone la institución eclesial en esta etapa de supuestas "reformas" y "apertura" iniciada por el Papa Francisco. Me llama la atención. No hay propuestas concretas nuevas.

Se reitera una y otra vez la negativa absoluta, según los documentos del Magisterio, a invitar a la Mesa Eucarística a estos hermanos nuestros, y se pone énfasis únicamente en el modelo familiar tradicional, sin tomar en cuenta los nuevos modos de familia que hoy sustenta el tejido social, y que ponen en evidencia la enorme crisis que padece el primero.

Creo que a estos clérigos les hace falta mucha
reflexión "en conjunto" con las familias nuevas. Es llamativo que al Sínodo de las Familias no se haya convocado a laicos experimentados en estas situaciones, que son quienes mejor podrían iluminar las conclusiones sinodales. Sin diálogo con las familias en cuestión, para conocer cómo viven, como piensan, qué les causa sufrimiento, por qué motivos se alegran, cómo viven su relación con Dios, etc., los resultados serán superficiales y no producirán ningún impacto en el Pueblo de Dios. 

De hecho que en Argentina no se informó a la gente (al menos en estos lados, nada de nada...), sobre el cuestionario de sondeo que quiso hacer el Vaticano ***. Ignoro cómo han respondido los obispos lugareños, sobre qué bases, si no conocen la opinión de los fieles. Una prueba más de lo poco que toman en cuenta al laicado, y cómo sólo interesa "bajar líneas" férreas que lo único que producen es un vaciamiento de las Comunidades parroquiales cada vez más acelerado en la población cristiana de 50 años hacia abajo.

Admiro la esperanza de cambios que siempre abrigas. Pero sinceramente, tengo muchísimas dudas de que vaya a haber modificaciones importantes con respecto a este punto que afecta a una enorme mayoría de cristianos. Sencillamente porque primero debería repensarse teológicamente, pero con seriedad, sobre la "esencia y sentido" de los sacramentos (en especial de la Eucaristía, de la Reconciliación y del Matrimonio). Sin estas profundizaciones básicas y urgentemente necesarias, no se podrá cambiar ni una tilde de lo normado hasta ahora, a no ser por un acto de potestad magnífica del Papa o de estos cardenales abocados al Sínodo, cosa que dudo que vaya a suceder...

*** Recomendamos leer los Post que presentamos desde La Barca y los que prepararon nuestros hermanos del Grupo Alfareros de Uruguay, que a pesar de la distancia y las diferencias de fechas de presentación, LAMENTABLEMENTE coinciden con lo que aquí opina Graciela.