Antes, el post que publicó Sector Católico(23/09/08)hemos creido oportuno efectuar algunas muy respetuosas consideraciones (disculpen la extensión)
Quedan invitados a compartirlas y como siempre a espresar sus opiniones.
Queridos hermanos de Sector Católico:
De forma absolutamente casual, pero muy gratamente, he visto que han tenido la deferencia de incluir en vuestro sitio un comentario referido a algún mail que desde La Barca les hemos enviado.
También me ha parecido muy sensato que les haya “… parecido interesante tratar este asunto y recordar cual es la doctrina católica al respecto, tal y como ha puesto de manifiesto el Papa Benedicto XVI en su reciente viaje apostólico a Francia”.
Pero si esta reflexión terminara aquí, estaríamos dejando pasar por alto algunas definiciones que creo oportuno, compartir con ustedes y con todos los que a través de vuestro sitio les pueda interesar el tema.
Para comenzar pongo en vuestro conocimiento que La Barca, es un blog global, hecho por y para católicos divorciados en nueva unión y no una asociación.
De igual modo, La Barca no es un agrupamiento “…de católicos divorciados que reclaman el derecho de a recibir de la Iglesia la Sagrada Comunión…”, tal como puede verificarse en los más de 120 post que se incluyen en el blog.
Donde dicen que: "Hay algunos que permanecen fieles al vínculo expresado en su día y viven al margen de cualquier relación sentimental.Estos pueden acceder sin problema a la recepción de la Eucaristía" con todo respeto, permítanme discrepar.
No conozco ningún documento de la Iglesia en la que se mencione lo que ustedes manifiestan, pero sí algo parecido, remarcando que parecido no es lo mismo y que creo oportuno incorporarlo para evitar cualquier duda al respecto.
Lo que se plantea es que aquellas nuevas uniones (concubinos, según vuestra definición) que asuman el compromiso de vivir en plena continencia, o sea de abstenerse de los actos propios de los esposos, podrán acceder a la Comunión Sacramental.
Dicho en otras palabras, lo que está vedado son casi exclusivamente las relaciones sexuales, ya que los demás actos propios de la vida marital, quedan exceptuados de esta problemática.
Y por lo poco que tengo entendido, no me parece inconveniente aunque si poco probable, una nueva unión basada únicamente en los sentimientos, algo así como un amor platónico.
Y continuando con el análisis, podemos detenernos en la denominación de concubinato, incluida en vuestro artículo, ya que de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, este vocablo proviene del latín (concubiñatus) y se lo define como: Relación marital de un hombre con una mujer sin estar casados y justamente aquí aparece una primer diferencia, ya que algunos, bastantes o muchos, están vueltos a casar.
Avanzando en el tema, también recurrimos al mismo diccionario y respecto de marital, que también proviene del latín (maritalis) dice: Perteneciente o relativo al marido o a la vida conyugal.
Con lo cual y contrariamente a lo que alguna gente supone, el hecho de ser tratados de concubinos no constituye una definición poco elegante, ni lindante con el agravio, ya que podemos decir que todo lo relativo a la vida conyugal nos resulta absolutamente propio y que ciertamente debe hacer muchas nuevas uniones que no han pasado siquiera por el Registro Civil, con lo cual en esos casos la definición sería bastante correcta y ajustada a la verdad.
Caso muy distinto es cuando se la utiliza de modo peyorativo, discriminatorio, agraviante y hasta descalificatorio, situación que interpreto no ha sido vuestro objetivo al incluirla en el artículo de marras.
También agregan que la asociación La Barca (que reiteramos que no es una asociación, sino un blog) “reclama el supuesto derecho a recibir la sagrada Comunión y la absolución sacramental”, para lo cual volvemos a manifestar a riesgo de ser reiterativos , como puede verse en todo nuestro Blog, que en ningún momento ni pedimos, ni reclamamos, ni rogamos, ni imploramos, ni nada que se le pueda parecer ninguna de las cosas que Ustedes interpretan que forma parte de nuestra razón de ser, lo cual lo aceptaremos como un simple error de interpretación, carente cualquier intencionalidad.
También manifiestan que vuestro discurso no está de moda, pero que corresponde con la enseñanza tradicional de la Iglesia y debe ser expuesto con toda claridad a los fieles aunque en honor a la verdad, me cuesta compartir que se haya expuesto con tanta claridad, aunque sí que deba ser expuesto con claridad a los fieles.
En vuestro último párrafo, manifiestan que vuestra nítida exposición no implica “el rechazo de la Iglesia o la incomprensión de las dificultades y penurias que arrastran estas personas (los católicos divorciados en nueva unión) Todo lo contrario.”
Resulta reconfortante corroborar que:”… la Iglesia nos comprende y que se siente cercana…” ya que eso no es más ni menos que lo a través de la Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, hace casi de 30 años, nos enseñó Juan Pablo II.
Hasta aquí la reflexión respecto a vuestra nota, pero en nuestra despedida e intuyendo la numerosa cantidad de fieles que visitan vuestro tan excelente portal de información no podemos dejar que recordar que nuestro blog (www.labarcaglobal.blogspot.com) es un espacio abierto, de carácter testimonial, enmarcado absolutamente en las enseñanzas de la Iglesia, respetuoso de sus principio y autoridades, que únicamente pretende llevar a todo el mundo de habla hispana un mensaje moderno, esperanzador, misericordioso y aggiornado.
Ese mensaje es que a partir de nuestra propia realidad, seguimos siendo miembros de la Iglesia por nuestra condición de bautizados, que el sometimiento al Fuero Externo debe ser total y absoluto y que la Comunión Espiritual es algo a lo que podemos acceder sin transgredir ninguna norma, ni ofender ni escandalizar a nadie.
Recordamos además, según nos enseña la E.A. Familiaris Consortio que “…La Iglesia está firmemente convencida de que también quienes se han alejado del mandato del Señor y viven en tal situación pueden obtener de Dios la gracia de la conversión y de la salvación si perseveran en la oración, en la penitencia y en la caridad."
Hacia ello marchamos, con nuestras dudas, con nuestro pasado, con nuestros hijos de un matrimonio anterior, con los de la nueva unión (si tuvimos la voluntad y la bendición de tenerlos) , con nuestras ilusiones y porque no decirlo, con las frustraciones de nuestro fracaso y con los dolores de alguna que otra discriminación e incomprensión que quizás hayamos sufrido, pero sabiendo que seguimos formando parte de la Iglesia, donde tenemos un lugar y al menos al día de hoy, nada ni nadie nos ha dicho contrario ni hemos sido excomulgados.
También tenemos lo suficientemente asimilado lo que nos dice la Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis, en la que se vuelve a tratar el tema (29, Eucaristía e indisolubilidad del matrimonio) que constituye un documento digno de leer, analizar y reflexionar por lo actual de su contenido (22/02/07) en el que se vuelve a poner de manifiesto la existencia del problema de los divorciados en nueva unión y la necesidad de contención de quienes viven dicha situación.
Para finalizar, queremos recordarles que el 1º Domingo de Mayo, celebraremos el Día Internacional de los Católicos Divorciados en Nueva Unión, a lo que los invitamos a sumarse, al menos con una oración, lo cual para los muchos que vivimos en esta situación irregular, será más que de agradecer.
Atentamente:
Mundy
labarca@ymail.com
www.labarcaglobal.blogspot.com
19 noviembre, 2008 16:04
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
Estimados señores:
ResponderEliminarno hay inconveniente, y así lo hemos hecho, en SECTOR CATÓLICO, portal de información católica en España.
Sin embargo, si desean que esa carta, aparezca además de en un comentario, en nuestra sección de Cartas al Director, les ruego identifiquen con nombre y apellidos y lugar de procedencia del firmante de la misma y procederemos de este modo a su publicación en esa sección.
Atentamente,
Juan Miguel Comas
Director
SECTOR CATÓLICO
www.sectorcatolico.com