CRISTIANISMO Y ZOOLOGÍA

Hace escasos 7 años comentábamos en algún blog y luego lo transcribimos a La Barca que los católicos divorciados en nueva unión tenían 5 caminos posibles.

En esta oportunidad los obviaremos, aunque les dejaremos el enlace para que lo puedan ver, ya que ahora, algún tiempo después, nos ocuparemos de una profundización aunque les cambiemos el nombre, es nada más que una de vuelta tuerca.

Tal como lo indica el titulo del Post intentaremos referirnos a Teros, avestruces, urutaúes y gatos.

Los teros son mundialmente conocidos por cacarear en un lado y poner los huevos en otro, tal como hacen algunos movimientos que dicen dar su vida por la EA Familiaris Consortio casi tatuándose la piel en  las zonas erógenas el número 84 como testimonio viviente de sus compromiso inmarcesible con, el hoy santo, Juan Pablo II, líder espiritual de todos los lideres espirituales de su tiempo.

Así se presentan en sociedad, así consiguen las aprobaciones de sus proyectos y de sus estatutos, así convocan y tal cual sucede con las sectas cuando algunos se dan cuenta del mensaje verdadero ya es tarde, ya le vendieron la panacea vestida

de una cuestión de conciencia, en términos coloquiales, les comieron el coco, les hicieron la cabeza, les vendieron el buzón.

Dicen, juran y casi se inmolan por una causa noble y políticamente correcta (lugar del cacareo) y ponen los huevos (sólo en sentido oviparológico) en otro sitio, hablan de la FC y hacen la contraria, ni chicha ni limonada.

Otra gran división está en los avestruces, esos tiernos animalitos conocidos mundialmente por meter la cabeza en el agujero con la intensión de pensar que por eso no se los ve, craso error, sus actitudes son visibles a kilómetros para cualquier cazador avezado o al menos para cualquier observador de la realidad.

Esconden el tema de los divorciados en nueva unión mezclándolos con los sacramentados con la infantil e infame intencionalidad de ocultar la problemática y, aunque lo venden de mil maneras diferentes, sólo terminan siendo funcionales a los sectores más retrógrados y ultra conservadores de la Iglesia católica.

De la problemática no quieren ni oír hablar pensando que lo que no dice no existe, que lo que no emerge subyace para siempre y que si durante 20 siglos todo funcionó así para que cambiar.

No sólo esconden la realidad, que ya de por sí es bastante, sino que además asfixian a cuantos intentan sacar la cabeza fuera del agujero.

Entre los unos y los otros y a medio camino quedan los que se hartaron de tanta hipocresía zoológica y abandonaron la preocupación por la cercanía con los valores permanentes de la fe y también están los que hacen de la cuestión de conciencia su estandarte, los que no se someten al Fuero Externo, que abiertamente lo dicen y actúan en consecuencia, hasta quizás arriesgando su pertenencia.

También están los que cumplen a rajatabla con las imposiciones del Magisterio (o al menos eso dicen), asumen y callan, como si se tratara de una maldición divina, y pasan sus días haciendo propia la letanía del urutaú y estamos Nosotros.

Nosotros, que somos ejemplo de nada, que nos sometemos al Fuero Externo pero con una visión de pensamiento critico, con un mecanismo reivindicativo permanente, con una queja por las desigualdades ante los Tribunales Eclesiásticos , con un hartazgo ante la discriminación que aún permanece casi incólume y que a pesar de todo eso hacemos de la comunión espiritual nuestro alimento del alma.

Cada uno es grandecito y tiene libertad para elegir, se puede ser como los teros, como los avestruces, como los urutaues, como otros o simplemente dulces, mimosos y mansos gatitos sin reparos para mostrar los dientes filosos,y quejarnos ante todo y ante todos por lo que queremos que cambie.

Nosotros nos quedamos con esta última variante.