Cuando en Diciembre del 2000 el diario más prestigioso de Argentina publicó nuestra Carta a los Obispos no imaginamos la cantidad de respuestas que recibiríamos y mucho menos que el fenómeno Internet había llegado para quedarse.
Correspondencia postal de varios países nos llenaron de emoción y nos corroboraron que la problemática no era cuestión de unos cuantos loquitos que el destino nos había reunido.
Así formamos nuestro grupo, con algunos maravillosos desconocidos que el tiempo los convirtió en entrañables amigos y llegaron las alegrías y las tristezas.
Un obispo, luego cardenal, y hoy bastante más, nos dio un pequeño espaldarazo y el laicado retrogrado e infame le puso una tapa enviando a nuestro asesor espiritual lejos de nuestra ciudad y como lo seguíamos viendo, la casualidad o algo así lo terminaron volviendo al Caribe, su origen, dejando entre otras cosas la rectoría de un seminario.
Golpe duro si los hay, algún desmembramiento éxodo mediante, y parecía que la luz se apagaba, pero no nos dimos por vencidos.
En esos tiempos no existían las redes sociales y nosotros nos
inventamos la nuestra, así con gente de varios países vía mail nos seguimos comunicando y en el 2007 dimos nacimiento al Blog y en el 2009 acordamos que el 1º Domingo de Mayo celebraríamos cada año el Día Internacional de los Católicos Divorciados en Nueva Unión.
A esa altura, con respaldo en varios países y con independencia de cualquier movimiento no había forma de detener la marcha y así año tras año fuimos celebrando nuestro Día con los que se fueron acercando y visitando asiduamente La Barca (www.labarcaglobal.blogspot.com) y ahora nos encontramos en plena convocatoria para la 1º Peregrinación Mundial de Católicos Divorciados en Nueva Unión en El vaticano para Octubre de 2014 y con el acompañamiento permanente de amigos diseminados en 69 países.
Así es nuestra historia, así nos sentimos, humilde parte indisoluble y biunívoca de la actual situación donde la problemática se trata y les guste o no les guste a los anclados en el pasado no dudamos que no falta mucho para que la Comunión Espiritual pase al arcón de los recuerdos, mientras tanto, sin hacer ni hacernos trampas seguimos cumpliendo con todo lo que indica la Jerarquía.
Con tu ayuda, la meta estará más cerca, aunque algunos lo tengan que aceptar como tapándose la nariz para tomar aceite de ricino.
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