SIMPSON TIENE RAZON

Casi sin solución de continuidad se recurre a agitar las aguas con referencia a la Comunión Sacramental de los católicos divorciados en nueva unión, algo tan recurrente que parece que este tema se hubiera colocado en centro de la escena.

El autor de la nota, subido al transporte que lleva en su interior a los que con diferentes argumentos se oponen a posibilidad ha de tener sus bien fundadas razones y los conocimientos doctrinales y teológicos que lo sustentan, pero aparte hay más cosas.

Algunas que se obvian por intrascendentes o que se desprecian por considerarlas insignificantes, así que visto lo visto nos dirigiremos con sumo respeto para aclararle o anoticiarlo de determinadas situaciones.

Ante la nota que enlazamos http://www.aciprensa.com/noticias/divorciados-en-nueva-union-pueden-recibir-la-comunion-espiritual-explica-experto-79445/#.U4Cg5XJ_uyo, hemos querido dejar nuevamente sentada nuestra posición y lo hemos insertado como comentario, el cual ya está pulicado, así decimos:

Estimado Padre:

Desde La Barca (www.labarcaglobal.blogspot.com) quizás el único blog hecho por y para católicos divorciados en nueva unión, acompañado y prestigiado por las visitas que desde 72 países nos acompañan, queremos manifestarle que:

Nadie eleva su relación a Sacramento y asume un compromiso de por vida por el solo hecho de intentar transgredirlo en el futuro, luego divorciarse, enamorarse y volver a caminar en el sendero marcado desde el Génesis (2, 18-4) resumido en el consabido: No es bueno que el hombre esté solo, con la intención de pasar el resto de su vida quejándose por no poder comulgar.

Esta problemática afecta de modo transversal a todas las sociedades sin distinción de edad, status, nivel formativo, concepción política, nacionalidad y/o de residencia, con lo cual meter la cabeza dentro del caparazón como hace la tortuga y decir que no pasa nada que merezca ser considerado, más allá de un error y una demostración de carencia de misericordia, hoy ya es una grave falta de respeto, y hasta allí podíamos llegar.

Parece increíble que, aunque se obvie decirlo en cada oportunidad, el problema central pase por la sexualidad, ya que ni siquiera alcanzaría con la castración sino que hasta el pensamiento lo plantean como una cuestión pecaminosa y merecedora de un billete de ida al infierno.

Los divorciados en nueva unión no somos promiscuos por definición y los que lo sean lo serán más allá de su relación.

Este papa que hoy pretende que el tema se discuta y que se encuentre algún camino de solución a la problemática, es el mismo que congrega multitudes como pocas veces se ha visto, es el mismo que quiere un IOR ordenado y adecentado, es el mismo que quiere pastores con olor a ovejas y es el mismo que a la vida intima de cada uno le da el lugar que le corresponde, y quizás sea todo esto lo que no gusta.

Las actividades reservadas a los esposos que pueden realizar los divorciados en nueva unión parecen circunscribirse al aspecto marital, pues no es así, los que nos hemos vuelto a unir hacemos muchas más cosas, todas las mismas que los sacramentados, así la que reducción a la que se nos pretende imponer es un disvalor corregible o acaso sólo los ricos y famosos o los que puedan contratar abogados caros y prestigiosos son católicos de primera y el resto apenas vasallos.

Los divorciados en nueva unión muchas veces somos protagonistas principalísimo de familias ensambladas, donde la relación con hijos propios, ajenos y comunes es un ejercicio de amor y compromiso que le agrega valor y potencialidad a las relaciones, aunque no sean sacramentadas.

Así llegamos a otro punto central y quizás no imposible de solucionar y es la verificación, con el mismo rigor en todos los casos, respecto que si uniones pasadas por el Altar han sido verdaderos Sacramentos o meras parafernalias en dependencias adornadas con estilo barroco o rococó, con flores e invitados con smoking y a eso se llegaría poniendo el ojo en los Tribunales Eclesiásticos y todo eso no requiere ninguna modificación ni doctrinaria ni teología, sino metodológica con decisión de poner cada cosa en su lugar dando al César lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.

Pero ahí no se llega, los procesos son largos, caros y engorrosos, se diga lo que se diga y sino que se lo pregunten a quienes llevan años peregrinando, salvo que uno descubra algún atajo, que como las brujas no existen, pero que los hay, los hay.

Los divorciados en nueva unión no esperamos limosnas, algunos cansados de tanta rigidez han supeditado todo a una cuestión de conciencia, otros han perdido el interés, otros se han asimilado a matrimonios sacramentados y se organizan en grupos donde ni se los discrimina ni se menciona la problemática y otros, como nosotros, que sometiéndonos al Fuero Externo hacemos de la Comunión Espiritual nuestro alimento del Alma con la misma fortaleza y convicción que reclamamos los cambios necesarios para terminar con esta situación, que quizás sea justa pero que sin dudas es escasamente misericordiosa.

Por eso desde La Barca difundimos y propiciamos la 1º Peregrinación Internacional de Católicos Divorciados en Nueva Unión en El Vaticano el próximo 5 de Octubre, para acompañar con nuestras oraciones a TODOS nuestros Obispos en el inicio de las sesiones de la IIIº Asamblea General Extraordinaria del Sínodo, esperando que el Espíritu Santo los ilumine y derrame en ellos sus dones y que encuentren las mejores soluciones para las que han sido convocados.