Como respuesta a nuestra reciente comunicación, desde un Blog (www.mosquiticamell.blogspot.com) han tenido la amabilidad de incluirnos en su lista de blogs y además publicar un post referido a nosotros, sobre el cual hemos realizado algunas puntualizaciones.
Estimada Mercé:
Gracias al muy oportuno traductor que tienes en tu blog, he podido leer tu post, en caso contrario me hubiera resultado prácticamente imposible, a pesar de mi paso por infructuoso por el mallorquín y el valenciano.
Es muy importante para nosotros que está problemática se difunda, ya que habitualmente el tratamiento que le dan los medios es de tipo netamente reivindicativo y simplemente con noticias de negación de acceso a la Comunión, cuando en realidad la situación trasciende estás simplificaciones.
Aprovechando tu gentil difusión y esfuerzo porque nuestra situación se conozca, al menos entre quienes siguen tu blog, creo oportuno realizar algunas puntualizaciones, que si bien no afectan al fondo de tu nota, nunca está de más dejar todo lo más claro posible.
Tu dices que este La Barca está hecho desde Argentina, mientras que la realidad es que este Blog, es un esfuerzo de divorciados en nueva unión de Argentina, de España y de varios países americanos, en forma simultánea y sin mayor aspiración que la de difundir en todos los lugares que sea posible, que esta problemática es tan universal como el género humano, ya que situaciones de este tenor se dan efectivamente en el todo el mundo.
Nos emociona tu comentario cuando dices que te “…parece una muy buena iniciativa, también porque se hace con tranquilidad y sin insultar a nadie.”, ya que es esa exactamente nuestra intención, expresarnos sin agredir a nadie, ni a los imponen o ejecutan las normas y obviamente sin ofender ni descalificar a quienes piensan distinto, ya que nos asumimos como pecadores y no nos creemos, ni por casualidad, que seamos dueños absolutos de ninguna verdad.
Continuando con el análisis, te comento que quienes viven en esta situación en ningún caso son excomulgados ni muchos menos, simplemente tienen prohibido acceder a determinados sacramentos, no sólo la Comunión, al menos mientras la situación de unión se mantenga o llegado el caso no viva la misma sin realizar actos propios de la vida marital.
Tu defines la posibilidad de solicitar la anulación del matrimonio como un divorcio encubierto y sobre esto es preciso aclarar dos cosas, la primera que de lo se trata es solicitar la Nulidad Matrimonial y no la anulación, que son cosas distintas, en el caso de la Nulidad lo que se intenta probar es si al momento del casamiento, se daban determinadas circunstancias que podrían haber generado que el Sacramento no se hubiera materializado, la anulación por el contrario tiene otros efectos y se da a partir de algo que sí ha existido.
Este proceso nada tiene que ver con el divorcio cuyos efectos son civiles y a muy grandes rasgos lo que hacen es disolver el vínculo a partir de la sentencia.
Las matizaciones precedentes no pretender generar ninguna polémica ni mucho menos, simplemente buscan aportar un mínimo haz de luz, sobre un tema si bien afecta a un sector muy importante de la sociedad, la realidad parece mostrar que involucra a muchísimas menos personas, ya que la mayoría, quizás, sólo se han casado por Iglesia por motivos extra confesionales, otros pasan del tema y algunos otros se han dado por vencidos de esperar cambios.
Con algo de conocimiento y muchísimos respeto por todos, desde La Barca continuamos, simplemente hasta que Dios quiera.
COMENTARIO:
Para ver el post original clikear www.mosquitcamell.blogspot.com.
A continuación, la traducción del texto:
A través de un comentario puesto en un post de l'Agulla sobre el reciente libro del cardenal Martini he conocido este blog, La Barca, hecho desde Argentina, hecho y pensado para personas separadas, divorciadas y de nuevo haciendo vida de pareja, que se sienten rechazadas por la Iglesia.
Promueven que el primer domingo de Mayo del 2009 sea proclamó el Día Internacional de los católicos divorciados en nueva unión.
Me parece una muy buena iniciativa, también porque se hace con tranquila dad y sin insultar a nadie. De hecho no puedo entender como es que las autoridades eclesiásticas tratan este tema de los divorciados y vueltos a casar como un gran problema.
No deja de resultar curioso que sea de las pocas cosas en que la práctica se puede excomulgó la gente y por una cuestión casi burocrática.
Porque si la gente se estima o no, si actúa con ligereza o no, nadie lo puede saber.
De la misma manera como los que proponen estas medidas no saben por qué motivo la gente se había divorciado o había sido abandonada ... Se sabe si se han casado o no por la Iglesia. Y bastante.
A veces se invoca la posibilidad de pedir la anulación del matrimonio, pero eso no deja de ser un proceso de divorcio encubierto.
Y siempre es un coste burocrático y emocional (y quizás económico) añadido a las parejas. Hay afeixugar la gente con esto, si además debe pasar por el proceso civil?
Se invoca no dar la comunión a los divorciados porque es una medida fácil.
No tiene importancia en cambio, si mienten, si explotar el vecino, si maltractes la mujer, si le haces el salto, si te haces de oro vendiendo armas, o si, como Pinochet, torturas medio país.
Todos conocemos personas de provadíssima integridad, compromiso, fe, que han vivido procesos de separación y de divorcio, y no siempre por propia iniciativa.
¿Por qué deben quedar bandejats de la Iglesia si tienen la oportunidad de volverse a casar?
En cambio, cuando hay poder de por medio, y quedaría fatal una reprovació pública por parte de la Iglesia, se opta por, por ejemplo, facilitar una repentina "conversión" mediante cursillos matrimoniales de la mujer del príncipe, o para felicitar públicamente y expresar los mejores deseos para la pareja en el caso de la Bruni y Sarkozy, como he oído decir a algún obispo.
Suerte que en las parroquias, los movimientos ya la vida normal, ganan la acogida y el sentido común.
Mercè Solé
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
Interesante. http://jovialiste.com.ar
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