Desde el blog Juan Pablo II (www.juanpablo2do.blogspot.com) nos enviaron un interesante y muy elaborado mail, que si bien figura como comentario en el post TE ESTAMOS LLAMANDO, hemos creído oportuno contestarlo y en este post lo compartimos con todos ustedes, para que cada uno saque sus propias conclusiones.
Los párrafos en color, corresponden a nuestras respuestas.
A continuación mail recibido y respuestas.
Hola Mundy,
Según veo el mensaje recibido en mi blog era una especie de promoción de la campaña y como no tenía relación con mi entrada paso a responder por aquí.
En realidad no era nuestra intención promocionar el blog, simplemente era un pedido de ayuda, algo mínimo entre cristianos que disponen de objetivos comunes, y de medios compatibles como los que brinda la tecnología.
Me parece loable lo del proyecto si es para compartir opiniones sinceramente, estudiar situaciones buscando la verdad, profundizar espiritualmente motivos y buscar salidas – como católicos - dentro del seno de la Iglesia cuando se trata de rupturas irreparables.
Nos llena de alegría que compartas nuestro proyecto.
En cuantos países están, no es importante.
Compartimos tu pensamiento, sabemos que lo importante no es el origen geográfico de las visitas, casi te diría que tampoco lo es la cantidad de visitante, pero quizás coincidas con nosotros respecto que donde hay una necesidad (en este caso de información)no está nada mal intentar brindar un apoyo, una mínima instancia de comprensión y un compartir vida, ya que eso puede ayudar a potenciar los grupos o movimientos que se ocupan pastoralmente de dar alguna contención y en definitiva si al tema le sacamos la parte macabra de tabú que aún en muchos lugares tiene, servirá a quitar angustias y a descubrir que nuestra fe tiene sentido.
No se trata de solucionar problemas de multitudes o a nivel global, sino de cada uno de ustedes como ser especial y único, como criatura de Dios en problemas.
Muchas veces tenemos la tendencia de aislarnos por suponer que somos los únicos a los que nos pasan cosas, por lo que la pretensión de llegar a varios es con la intención de que nadie se crea excluido y que logre o al menos lo intente enterarse que sus ideas, angustias, alegrías y sueños son compartidos por otros que viven en su misma situación en casi todo el mundo.
Un divorcio es triste ya de por si por eso me pregunto si en vez de un “Día” del Católico Divorciado no sería más apropiado realizar un Seminario de estudio? “Día” me suena a festejo, conmemoración, celebración y un divorcio no es nada de eso.
Aunque algunas fiestas de divorcio se suelen hacer, el objetivo del Día Internacional de los Católicos divorciados en nueva unión, no pretende festejar gozosamente el divorcio, sino muy por el contrario, pretende sublimar la vigencia de la fe y constancia de permanencia dentro de la Iglesia de quienes por su separación y nueva unión se encuentran, tal es nuestro caso, imposibilitados de acceder a algunos sacramentos y a pesar de eso no se han alejado de la iglesia.
El hecho de un “Día” es una práctica habitual en las sociedades en las que vivimos, y con relación a realizar un Seminario de Estudio, debido al carácter virtual de este blog no sería posible, quizás eso lo puedan hacer los movimientos, grupos o pastorales, pero LA BARCA es un proyecto que encierra muchos elementos de análisis y toma de posiciones y un grupo físico de personas, con lo cual lamentablemente sería, al menos en estos momentos, improbable su ejecución.
Por otra parte la Iglesia acompaña, con más fuerza aún después del Concilio Vaticano II a quienes han sufrido un divorcio o a los esposos en dificultad, y Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Familiaris Consortio da instrucciones y comenta los problemas presentados por los Padres Sinodales, Exhortación que también establece directivas y fija pautas para aquellos que sigan teniendo la vocación de los bautizados.
La EA Familiaris Consortio la hemos comentado reiteradamente en nuestro blog, y a pesar que está próxima a cumplir 30 años de vigencia, en algunos sitios parece ser letra muerta, sólo material de análisis y poco puesta en vigor, ya que las situaciones lamentables que sufren muchos de los que están en nueva unión se mantienen, de todos modos nunca está de mal recordarla y tenerla muy presente.
Con relación a las pautas que mencionas para aquellos que sigan teniendo la vocación de los bautizados. te comentaré que los divorciados en nueva unión no mantenemos la vocación de los bautizados, sino que como miembros de la Iglesia, a la que nos hallamos indisolublemente vinculados por nuestro bautismo, asumimos todas y cada una de las instrucciones, recomendaciones y mandatos que nos proporciona la Iglesia.
La misma Exhortación dice textualmente “La experiencia diaria enseña, por desgracia, que quien ha recurrido al divorcio tiene normalmente la intención de pasar a una nueva unión, obviamente sin el rito religioso católico…” pero agrega que “la Iglesia instituida para conducir a la salvación a todos los hombres, sobre todo a los bautizados, no puede abandonar a sí mismos a quienes —unidos ya con el vínculo matrimonial sacramental— han intentado pasar a nuevas nupcias.
Por lo tanto procurará infatigablemente poner a su disposición los medios de salvación”; más adelante dice Juan Pablo II “exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados, procurando con solícita caridad que no se consideren separados de la Iglesia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados, participar en su vida.
Y a los divorciados exhorta “a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios” pero “fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez”.
E s correcta tu apreciación, así lo sabemos, lo entendemos y lo asumimos, y sería muy satisfactorio que el párrafo que citas no se redujera a “fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez”. sino que tuviera la misma intensidad la parte que dice exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados y no que esto se diera por lógico y supuesto y se pusiera en práctica, en algunos sitios, mal, tarde o nunca.
Reconozco que es un tema complejo y difícil y muy particular de cada uno. Que Dios los ilumine y guie en vuestro afán por buscar soluciones.
Gracias por tus buenos deseos, y por el tiempo que le has dedicado a contestar nuestro comentario insertado en tu blog, lo que demuestra que más allá de opiniones no del todo coincidente, entre todos podemos trabajar por nuestra fe, brindando cada uno lo mejor de sí.
Los párrafos en color, corresponden a nuestras respuestas.
A continuación mail recibido y respuestas.
Hola Mundy,
Según veo el mensaje recibido en mi blog era una especie de promoción de la campaña y como no tenía relación con mi entrada paso a responder por aquí.
En realidad no era nuestra intención promocionar el blog, simplemente era un pedido de ayuda, algo mínimo entre cristianos que disponen de objetivos comunes, y de medios compatibles como los que brinda la tecnología.
Me parece loable lo del proyecto si es para compartir opiniones sinceramente, estudiar situaciones buscando la verdad, profundizar espiritualmente motivos y buscar salidas – como católicos - dentro del seno de la Iglesia cuando se trata de rupturas irreparables.
Nos llena de alegría que compartas nuestro proyecto.
En cuantos países están, no es importante.
Compartimos tu pensamiento, sabemos que lo importante no es el origen geográfico de las visitas, casi te diría que tampoco lo es la cantidad de visitante, pero quizás coincidas con nosotros respecto que donde hay una necesidad (en este caso de información)no está nada mal intentar brindar un apoyo, una mínima instancia de comprensión y un compartir vida, ya que eso puede ayudar a potenciar los grupos o movimientos que se ocupan pastoralmente de dar alguna contención y en definitiva si al tema le sacamos la parte macabra de tabú que aún en muchos lugares tiene, servirá a quitar angustias y a descubrir que nuestra fe tiene sentido.
No se trata de solucionar problemas de multitudes o a nivel global, sino de cada uno de ustedes como ser especial y único, como criatura de Dios en problemas.
Muchas veces tenemos la tendencia de aislarnos por suponer que somos los únicos a los que nos pasan cosas, por lo que la pretensión de llegar a varios es con la intención de que nadie se crea excluido y que logre o al menos lo intente enterarse que sus ideas, angustias, alegrías y sueños son compartidos por otros que viven en su misma situación en casi todo el mundo.
Un divorcio es triste ya de por si por eso me pregunto si en vez de un “Día” del Católico Divorciado no sería más apropiado realizar un Seminario de estudio? “Día” me suena a festejo, conmemoración, celebración y un divorcio no es nada de eso.
Aunque algunas fiestas de divorcio se suelen hacer, el objetivo del Día Internacional de los Católicos divorciados en nueva unión, no pretende festejar gozosamente el divorcio, sino muy por el contrario, pretende sublimar la vigencia de la fe y constancia de permanencia dentro de la Iglesia de quienes por su separación y nueva unión se encuentran, tal es nuestro caso, imposibilitados de acceder a algunos sacramentos y a pesar de eso no se han alejado de la iglesia.
El hecho de un “Día” es una práctica habitual en las sociedades en las que vivimos, y con relación a realizar un Seminario de Estudio, debido al carácter virtual de este blog no sería posible, quizás eso lo puedan hacer los movimientos, grupos o pastorales, pero LA BARCA es un proyecto que encierra muchos elementos de análisis y toma de posiciones y un grupo físico de personas, con lo cual lamentablemente sería, al menos en estos momentos, improbable su ejecución.
Por otra parte la Iglesia acompaña, con más fuerza aún después del Concilio Vaticano II a quienes han sufrido un divorcio o a los esposos en dificultad, y Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Familiaris Consortio da instrucciones y comenta los problemas presentados por los Padres Sinodales, Exhortación que también establece directivas y fija pautas para aquellos que sigan teniendo la vocación de los bautizados.
La EA Familiaris Consortio la hemos comentado reiteradamente en nuestro blog, y a pesar que está próxima a cumplir 30 años de vigencia, en algunos sitios parece ser letra muerta, sólo material de análisis y poco puesta en vigor, ya que las situaciones lamentables que sufren muchos de los que están en nueva unión se mantienen, de todos modos nunca está de mal recordarla y tenerla muy presente.
Con relación a las pautas que mencionas para aquellos que sigan teniendo la vocación de los bautizados. te comentaré que los divorciados en nueva unión no mantenemos la vocación de los bautizados, sino que como miembros de la Iglesia, a la que nos hallamos indisolublemente vinculados por nuestro bautismo, asumimos todas y cada una de las instrucciones, recomendaciones y mandatos que nos proporciona la Iglesia.
La misma Exhortación dice textualmente “La experiencia diaria enseña, por desgracia, que quien ha recurrido al divorcio tiene normalmente la intención de pasar a una nueva unión, obviamente sin el rito religioso católico…” pero agrega que “la Iglesia instituida para conducir a la salvación a todos los hombres, sobre todo a los bautizados, no puede abandonar a sí mismos a quienes —unidos ya con el vínculo matrimonial sacramental— han intentado pasar a nuevas nupcias.
Por lo tanto procurará infatigablemente poner a su disposición los medios de salvación”; más adelante dice Juan Pablo II “exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados, procurando con solícita caridad que no se consideren separados de la Iglesia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados, participar en su vida.
Y a los divorciados exhorta “a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la Misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar a los hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios” pero “fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez”.
E s correcta tu apreciación, así lo sabemos, lo entendemos y lo asumimos, y sería muy satisfactorio que el párrafo que citas no se redujera a “fundándose en la Sagrada Escritura reafirma su praxis de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados que se casan otra vez”. sino que tuviera la misma intensidad la parte que dice exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados y no que esto se diera por lógico y supuesto y se pusiera en práctica, en algunos sitios, mal, tarde o nunca.
Reconozco que es un tema complejo y difícil y muy particular de cada uno. Que Dios los ilumine y guie en vuestro afán por buscar soluciones.
Gracias por tus buenos deseos, y por el tiempo que le has dedicado a contestar nuestro comentario insertado en tu blog, lo que demuestra que más allá de opiniones no del todo coincidente, entre todos podemos trabajar por nuestra fe, brindando cada uno lo mejor de sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíanos tu comentario, No te preocupes por la extensión, lo importante son tus sentimientos.
La Barca es un Blog abierto, todas las opiniones son bien recibidas, y nos sirven para mejorar en lo que hacemos y como lo hacemos.
Si quieres opinar sobre el tema del Post o sobre cualquier otro, hazlo con libertad.
Si La Barca no te sirve te pedimos disculpas, pero si te sirve, cuéntaselo a otro, entre todos lo haremos mejor y recuerda que La Barca es fundamentalmente tuya.