El tema de los divorciados en nueva unión no es tratado por los medios la asiduidad, quizás deberíamos hacer un mea-culpa para encontrar las razones, quizás no estamos haciendo todo bien o lo podemos hacer mejor.
A juzgar por la escasa cantidad de blogs que se ocupan de nuestro tema, pareciera que no es algo que le interese a mucha gente y ni que hablar si quitamos de la abreviada lista a los que son órganos de difusión de movimientos o grupos pastorales.
Hasta aquí la situación podría ser considerada como lógica, pero esa lógica se trastoca cuando el tema es escasamente tratado por otros, que esporádicamente o casi nunca tratan temas relacionados con esta problemática, que sin duda afecta a numerosas personas en todo el mundo.
Eso ya es un poco más difícil de entender, ya que seguramente quienes los visitan, tienen lamentablemente algún pariente, o amigo, o vecino, o compañero de estudios o de trabajo, por citar solo algunos ejemplos, que pudieran estar en esta condición.
Esto no es bueno ni malo en si mismo, es simplemente sorprendente, ya que quienes están camino a la santidad podrían hacer apostolado con los que están un poco más alejados.
Nuestra intención es cubrir en parte ese vacío, con una metodología de comunicación abierta, moderna, contenedora, coloquial y fundamentalmente misericordiosa, sin preguntar cual es la antigüedad en el vínculo, ni si hay hijos en común, ni si cada domingo asisten a misa, entre otras cosas.
Si la función de la Iglesia se hubiera reducido a pescar en la pecera, quizás ya hubiera desaparecido, hay que buscar a las ovejas que se encuentran perdidas, o simplemente alejadas, aunque sea sábado, ya que de eso también deberemos rendir cuentas.
Queremos ser simplemente un nuevo sol que se levante, una luz de esperanza, un espacio donde se descubra que nadie esta sólo o incomprendido por el fracaso de su Matrimonio y su nueva unión.
Para eso nació La Barca, para ser un nuevo sol.
A juzgar por la escasa cantidad de blogs que se ocupan de nuestro tema, pareciera que no es algo que le interese a mucha gente y ni que hablar si quitamos de la abreviada lista a los que son órganos de difusión de movimientos o grupos pastorales.
Hasta aquí la situación podría ser considerada como lógica, pero esa lógica se trastoca cuando el tema es escasamente tratado por otros, que esporádicamente o casi nunca tratan temas relacionados con esta problemática, que sin duda afecta a numerosas personas en todo el mundo.
Eso ya es un poco más difícil de entender, ya que seguramente quienes los visitan, tienen lamentablemente algún pariente, o amigo, o vecino, o compañero de estudios o de trabajo, por citar solo algunos ejemplos, que pudieran estar en esta condición.
Esto no es bueno ni malo en si mismo, es simplemente sorprendente, ya que quienes están camino a la santidad podrían hacer apostolado con los que están un poco más alejados.
Nuestra intención es cubrir en parte ese vacío, con una metodología de comunicación abierta, moderna, contenedora, coloquial y fundamentalmente misericordiosa, sin preguntar cual es la antigüedad en el vínculo, ni si hay hijos en común, ni si cada domingo asisten a misa, entre otras cosas.
Si la función de la Iglesia se hubiera reducido a pescar en la pecera, quizás ya hubiera desaparecido, hay que buscar a las ovejas que se encuentran perdidas, o simplemente alejadas, aunque sea sábado, ya que de eso también deberemos rendir cuentas.
Queremos ser simplemente un nuevo sol que se levante, una luz de esperanza, un espacio donde se descubra que nadie esta sólo o incomprendido por el fracaso de su Matrimonio y su nueva unión.
Para eso nació La Barca, para ser un nuevo sol.
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