Desde ARG, Graciela nos envía este análisis referido al post: VAYAMOS PREPARANDO LOS PARAGUAS, donde nos ofrece una visión al respecto de situaciones que la entristecen.
Si LA BARCA la hacemos entre todos: ¿quien tiene el derecho de censurar opiniones?. Nosotros no.
Nos dice:
Me entristece ver a tantos hermanos nuestros sin comulgar sacramentalmente, a pesar de tener una conciencia limpia, por cumplir ciertas reglas incomprensibles de la Iglesia.
Me entristece esa "obediencia" tan infantil de algunos cristianos que no presta atención a la propia conciencia cuando clama inocencia y quiere recibir la Comunión.
Me escandaliza cuando algunos quieren apropiarse de este "Pan para la Vida del mundo" que ha sido dado "para todos", "por una multitud", y no sólo para el perdón de los pecados, sino para que tengamos la misma Vida de Cristo Resucitado.
"Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes" (Jn 6, 53).¿Quién puede interponerse entre Cristo y el que desea acercarse a Él con fe y amor?
¿Quién puede atreverse a negarle a otro la recepción de esta Vida Divina que se nos da en la Comunión?
Me horroriza que algunos miembros de la Iglesia crean que la Eucaristía es una "recompensa" para los perfectos y puros, cuando ella es una "fuerza" para los débiles y pequeños.
El mismo Señor nos enseñó que la única disposición requerida para presentar la ofrenda en el altar es el perdón de las ofensas. Para comulgar es necesario amar, estar reconciliados con todos.
Ninguna otra cosa es más importante. Crear pecados y más pecados donde no existen es malicioso.
Las personas divorciadas y que han vuelto a apostar al amor, a la familia y a la vida no pueden ser etiquetadas de "pecadoras" o "impuras". Ellas no pueden considerarse en inferioridad de condiciones que las "eclesialmente casadas".
Es bueno que entre todos reflexionemos con madurez en el mensaje de amor de Cristo, y tengamos la valentía de obrar siempre según nuestra conciencia, que es la voz de Dios en nosotros, y no según "preceptos humanos" que pretenden manejar nuestra vida afectiva y sexual desde la culpa.
El Evangelio siempre abre y da para pensar más y más en nuestra realidad.
Vale la pena volver a él una y otra vez...!
Graciela
Si LA BARCA la hacemos entre todos: ¿quien tiene el derecho de censurar opiniones?. Nosotros no.
Nos dice:
Me entristece ver a tantos hermanos nuestros sin comulgar sacramentalmente, a pesar de tener una conciencia limpia, por cumplir ciertas reglas incomprensibles de la Iglesia.
Me entristece esa "obediencia" tan infantil de algunos cristianos que no presta atención a la propia conciencia cuando clama inocencia y quiere recibir la Comunión.
Me escandaliza cuando algunos quieren apropiarse de este "Pan para la Vida del mundo" que ha sido dado "para todos", "por una multitud", y no sólo para el perdón de los pecados, sino para que tengamos la misma Vida de Cristo Resucitado.
"Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes" (Jn 6, 53).¿Quién puede interponerse entre Cristo y el que desea acercarse a Él con fe y amor?
¿Quién puede atreverse a negarle a otro la recepción de esta Vida Divina que se nos da en la Comunión?
Me horroriza que algunos miembros de la Iglesia crean que la Eucaristía es una "recompensa" para los perfectos y puros, cuando ella es una "fuerza" para los débiles y pequeños.
El mismo Señor nos enseñó que la única disposición requerida para presentar la ofrenda en el altar es el perdón de las ofensas. Para comulgar es necesario amar, estar reconciliados con todos.
Ninguna otra cosa es más importante. Crear pecados y más pecados donde no existen es malicioso.
Las personas divorciadas y que han vuelto a apostar al amor, a la familia y a la vida no pueden ser etiquetadas de "pecadoras" o "impuras". Ellas no pueden considerarse en inferioridad de condiciones que las "eclesialmente casadas".
Es bueno que entre todos reflexionemos con madurez en el mensaje de amor de Cristo, y tengamos la valentía de obrar siempre según nuestra conciencia, que es la voz de Dios en nosotros, y no según "preceptos humanos" que pretenden manejar nuestra vida afectiva y sexual desde la culpa.
El Evangelio siempre abre y da para pensar más y más en nuestra realidad.
Vale la pena volver a él una y otra vez...!
Graciela
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Hola,
ResponderEliminarAntes quisiera deseales Paz y Bien, y agradecerles profundamente y en nombre de mi padre y de mi madre especialmente, este blog que es sinonimo de un amor sincero por Cristo en la Iglesia que El fundó, y que ustesdes y tantos otros tratan de que perdure en el tiempo llevando su mensaje de amor.
Soy hijo de padres divorciados, lastimosamente, pues quien no quiere que sus padres o su matrimonio dure para toda la vida, pero hay circunstancias en que no sucede asi, no se puede, y sin embargo, Dios no deja de acompañar y El esta presente, sin duda, en el nuevo matrimonio de mi madre, pues su esposo, no puede ser solamente una buena selección de mi madre, es sin duda un regalo de Dios.
Espero dentro de poco iniciar la experiencia que en algunos años me permita ser sacerdote de nuestra Santa Iglesia Católica, y cuando escucho clamores como los suyos, no puede alegrarme mas de este llamado que siento Dios me hace, pues El esta para los que mas lo necesitan, no para los que se creen perfectos.
Los divorciados y matrimonio de segunda union son excluidos, por algunos, no por todos, y aunque hay caridad por parte de la mayoria, es una caridad mas parecida a la compasión que a la verdadera solidaridad.
Entiendo la posición de la iglesia de evitar el fin de los matrimonios catolicos, pues no podemos igualar nuestro matrimonio ante Dios a lo que pasa en nuestros tiempos, donde el matrimonio parece ser meramente un tramite para un seguro divorcio.
Y entiendo que a la primera desaveniencia no podemos perder la fe en el matrimonio, que hay que luchar, pero tambien se que hay cosas que no tienen marcha atras, que atacan la dignidad del ser humano, y donde la humillacion es muy grande, de hecho la misma iglesia contempla la nulidad del matrimonio.
Dan un ejemplo muy valioso aquellas personas que despues de un sufrimiento amargo en una experiencia matrimonial, siguen creyendo en la familia, siguen pensando que la realización de el ser humano no se da en la soledad, sino en la construccion de un mundo mejor en sociedad, empezando por su propia familia, creyendole a Dios, y dandole una oportunidad nuevamente al matrimonio, que es una responsabilidad muy grande y por lo tanto quien la asume en conocimiento de esta responsabilidad, no solo es digno de admiración, sino que merece nuestro total apoyo.
Y la Eucaristia, definitivamente es algo exclusivo, y lo digo refiriendome a lo que dice San Pablo: "quien comulga sin estar preparado esta comiendo su propia condenación", pero que es no estar preparado? me lo han explicado amigos sacerdotes, como no estar en gracia.
Entonces asi las cosas, una personas que persigue cristianos, los envia a la carcel, otra que asesina, es perdonada por Dios, en el sacramento de la reconciliacion, puede volver a comulgar, pero aquel que se divorcia no por que no esta en gracia. Y quien dice que no esta en gracia? por que eso esta en la conciencia y el alma del propio ser humano.
Si una persona, como conozco algunas, prefieren no volver a casarse para no perder el derecho a comulgar, los admiro, siguen su conciencia. Pero si una persona, despues de un sufrimiento muy grande, recibe, como tambien lo he visto, una segunda oportunidad de creer en el matrimonio, admiro tambien aquellos que vuelven a darle una oportunidad a la felicidad, estan siendo tambien coherente con su conciencia, porque no pueden comulgar? no lo entiendo, que pecado hay que Dios no pueda perdonar? Vivir juntos, sin la bendición de Dios? No la tienen porque no se las dan, no porque no la quieran. La veo pidiendola a Gritos en este Blog. Quien puede negarnos la comunión, sino es nuestra propia conciencia y alma. Que es la que sabe si estamos en gracia o no.
No pierdan la fe ni la esperanza, Dios esta con ustedes conoce su sufrimiento, y aprecia y necesita de su entrega en la vida de esta iglesia peregrina, Cristo esta con ustedes, en medio de ustedes, gritando con ustedes por una justicia mas divina y menos humana.
Cuenten con mi humilde Blog para añadir esta pagina, que es un regalo de Dios, donde podrian verse tambien sus distintas actividades en los ministerios de la Iglesia, los tengo en mis oraciones, y si pueden haganme un campito en las suyas.
Dios nos bendiga
Daniel
Va mi profundo agradecimiento a Daniel Mora por todas sus palabras, con las que coincido plenamente. Si va a ordenarse sacerdote, seguro va a llevar la luz de Cristo a muchos corazones confundidos, aún dentro de la Iglesia, que todavía no han comprendido aquello de "quiero misericordia, y no sacrificios"... Que Dios lo bendiga especialmente en su futuro ministerio, y nos ayude a todos participando del blog, con su claridad mental.
ResponderEliminarGraciela
de Argentina
Daniel:
ResponderEliminarGracias por tu comentario, lo hemos posteado (¿ESTAMOS PREPARADOS?), ahí tienes nuestra respuesta.
Saludos