Si bien algunos problemas de edición seguimos teniendo, el más grave lo hemos podido solucionar, y tenemos la ilusión que nos dure, ya que han sido muchos los que no han podido acceder al blog.
Para que tengan una idea, es como si se hubiera producido un grán apagón y toda la ciudad hubiera quedado a oscuras, pero todo tiene una solución y a nosotros nos han ayudado a encontrarla.
Para vestir al blog y no hacerlo tan tedioso, hemos ido de a poco agregándole algunas cositas, chiches, cotillón, en síntesis decoración.
Primero fotos, luego videos y luego todo lo que queda a la derecha: relojes, calendarios, formas de inscribirse, noticias y muchas otras, y eso nos ha traído varios problemas.
El más serio de todos es, que eso nos ha interferido con el mayor buscador de internet que es el Explorer, mediante el cual, según nos decían de un blog amigo (www.caminomisionero.blogspot.com) provienen casi el 70% de las visitas, y por esa causa es que muchos no han podido acceder a La Barca en el último mes y quizás nunca más lo intenten, lo cual sería una verdadera lástima.
Pero nos hemos encontrado con un ángel, que nos ha ayudado inmensamente para solucionar este problema (y muchos otros) su nombre es Laura y este post pretende ser un agradecimiento muy especial para ella, no sólo por su gran ayuda, sino fundamentalmente por su infinita paciencia, ya que debemos reconocer que la hemos fastidiado bastante, en pocas palabras: La hemos vuelto loca con nuestras preguntas.
En nuestro nombre, en el de los que nos han visitado en el último mes desde 23 países, y fundamentalmente de quienes no habiendo podido entrar al blog, nos han escrito comentando el problema, nos place decirle simplemente ¡¡¡ MUCHAS GRACIAS !!!
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
FELICIDADES!!! Todo volvió a la normalidad.
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo, Señor y Liberador de TODA la Humanidad.
Hola Mundy
ResponderEliminarComo ya te expresé por otra vía, no sé otra cosa más que decir Muchas Gracias!!! por tus palabras, aunque las considere inmerecidas.
Las piedras en el camino sólo es cuestión de quitarlas, con o sin ayuda, y compartir lo que uno va aprendiendo para aliviar el paso de otros.
Un gusto haberte conocido, como así también indirectamente a tus lectores, y te deseo mucho éxito con el blog.
Afectuosamente,
Laura
PD: Guardaré este post tuyo en mi corazón.