Desde la ciudad de Buenos Aires (ARG) Graciela nos envía este análisis referido a la solicitud de información respecto a la bibliografía a utilizar, efectuada por el matrimonio de la provincia de Santa Fe (ARG)
El enfoque dado por Graciela, difiera por el que hemos planteado en el post anterior, aunque tiene varios puntos en común, entre ellos la relación determinante entre el asesor espiritual y la orientación del grupo pastoral.
Nos dice:
En cuanto al "comentario" al post de este matrimonio santafecino, es preciso aclarar que los diferentes tipos de pastoral utilizadas para esta problemática dependerá del tipo de "teología moral" que siga el pastor o acompañante espiritual (sacerdote o laico) encargado de cada situación.
Se debe tener en cuenta que la mayoría de las veces la elección de una u otra corriente teológica ...
... será "inconsciente", y estará basada en motivos que tienen que ver más con la estructura psíquica del encargado del caso, que de una elección personal.
Teniendo esto presente, veremos cómo cada persona preferirá una moral cristiana "de principios" (que es la que siguen los documentos del Magisterio en general), o una moral cristiana más "personalista" (que es la que siguen la inmensa mayoría de los teólogos católicos hoy en día).
Dentro de la Iglesia se siguen ambos criterios, que tienen que ver con el tipo de fundamentación dogmática en que se base el sistema moral utilizado: una dogmática "esencialista", basada en una metafísica helenista, de principios rígidos, inamovibles y válidos para toda situación y toda época, o una dogmática más "bíblica", basada en una moral amorosa, más de acuerdo con el espíritu de las Bienaventuranzas evangélicas, y más en sintonía con imagen del Dios "Amor" que nos trajo Jesucristo.
Ambas formas de pensar son "católicas". El seguir una u otra no implica estar dentro o fuera de la Iglesia. Pero esta diversidad de criterios, puede causar cierta perplejidad a quien no es especialista en el tema, al punto de tener dificultad en aceptar como "ortodoxos" ciertos enunciados que parecen disentir con las directrices vaticanas.
No obstante, es muy bueno no desechar las opiniones contrarias al Magisterio eclesiástico sólo porque no estén de acuerdo con él, sino analizar, con la ayuda de un profesional de la teología "idóneo" si es necesario, los por qués de las diferencias de criterios con la autoridad eclesial.
Observo que muchas veces se prejuzga muy ligeramente a quien piensa distinto que el Papa, porque no se conocen las causas de sus divergencias. En muchos casos, la distancia con el Magisterio tiene hondas e irrefutables fundamentaciones teológicas, que nada tienen que ver con conveniencias personales o con lecturas parciales de la Palabra de Dios.
Y en qué términos se escriban los documentos del Magisterio, tienen que ver más con quién es el teólogo moral vaticano "de turno", y con qué corriente siga éste personalmente, que con una lectura objetiva del mensaje pascual y sus consecuencias para la vida cristiana.
Saludos cordiales,
Graciela
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
Los saludo desde Azul.Ustedes han elegido como destinatarios del blog a "los católicos divorciados en nueva unión". No me encuentro entre ellos pero les agradezco se hayan llegado hasta educazul.blogspot.com, lugar donde quedó publicado el comentario que solicitaron.Inescrutables son los senderos por los que Sopla el Espíritu Santo y, como me decía un párroco que allanó muchos senderos en nuestra vida matrimonial "si es de Dios, crecerá". Que en este Tiempo Pascual el Amor de Dios misericordioso, aumente nuestra Fe y nos foralezca en la Esperanza a la que hemos sido llamados. ¡Feliz Pascua! a quienes trabajan en esta iniciativa. Que Nuestra Madre la Virgen María los guíe en el Camino de la Paz y el Bien.
ResponderEliminarEstimado Hugo:
ResponderEliminarGracias por tu colaboración y por tu comentario.
Nuestro envío no está relacionado con ninguna situación particular, pero nada quita que dentro de las visitas que recibas alguien pueda estar viviéndolo.
La Barca nació para servir, y nuca sabemos realmente en que lugar podemos ser útiles, por ea razón estamos abiertos a todas las iniciativas y a todas las necesidades.
Saludos