En labios de Asterión, 14 representa un número indeterminado de cosas, o sea el infinito, así lo planteaba Jorge Luis Borges, en su memorable obra El Aleph.
Antes que pienses que te equivocaste de blog, te decimos la razón que nos impulsa a esta presentación.
Al momento de comenzar a escribir este post, nos faltan sólo 14 visitas para llegar a las primeras 4.000 visitas ¿Es mucho? ¿Es poco? Depende para que.
Si lo comparamos con las visitas que reciben algunos blogs católicos que conocemos, podemos decir que es prácticamente nada, aunque obviamente no todos tienen una cantidad de post como La Barca y muy pocos tratan esta problemática y muchos menos, por no decir ninguno lo hacen a nivel internacional y sin objetivos de captación para una pastoral o grupo determinado que se ocupe de los divorciados en nueva unión.
Pero todo esto es simplemente bajo el punto de vista estadístico, pero tenemos otra pauta de análisis, el saber que entre los que nos visitaron una sola vez o muchas veces, han tomado conocimiento en 4.000 oportunidades que: el Día Internacional de los Católicos Divorciados en Nueva Unión será una realidad en algo más de 40 días.
Y aunque sea un detalle menor, cada insignificante, que esa propuesta de celebración nació de...
...la imaginación de este blog.
Saben también que existe un lugar donde expresarse con libertad, sin censuras y que cualquier tema podemos tratarlo con lo mínimo que se puede pedir, que es respeto y misericordia en su análisis, más allá de la profundidad o de la belleza en las presentaciones.
Saben además que en La Barca hay un lugar que les pertenece, por el solo hecho de así quererlo, sin más, sin preguntar nada y sin cuestionar ninguna situación, ya que no somos jueces de ninguna actividad, de las que nos agradan y de las que no nos agradan tanto.
Saben que en La Barca aceptamos todas las críticas, aún las más retrógradas y hasta ofensivas, con la misma predisposición que estamos dispuestos a dar respuesta a quienes hoy necesiten, en función de esas críticas, que la Iglesia nos sigue recibiendo en su seno, a pesar de los que nos cuestionan sin orinar agua bendita.
Saben que en La Barca, pueden difundir las actividades de sus grupo pastorales y en consecuencia enterarse de las actividades o de la existencia de grupos que se ocupan, con diferentes enfoques de dar cobertura a esta realidad que está diseminada por todo el mundo, como una plaga tal cual lo definen algunas encíclicas o dicho de otro modo y con todo respeto, como una realidad de estos tiempos que podría estar atendida de un modo tal, que nos permitiera estar tan cerca como nos sentimos de nuestra fe.
Quizás algún día, el acceso a la Eucaristía tenga menos limitaciones, quizás algún día las Nulidades tengan menos tramitaciones que cumplir, quizás algún día nuestro sacrificio de seguir fieles a la Iglesia sea considerado como una ofrenda y no sólo como un castigo a nuestro incumplimiento de un juramento que un día hicimos frente al altar y luego no pudimos, no supimos o no quisimos hacer llegar hasta el final de nuestros días.
Pero todo eso sucederá o no, de todos modos, nosotros a lo nuestro, a seguir viviendo nuestra fe, como cada uno mejor pueda y así, con nuestro esfuerzo y sacrificio, llegaremos a 1º domingo de mayo para celebrar nuestro día, quizás con 5.000 visitas, lindo número ¿verdad?
De no ser así, da igual, de todos modos, con lo que tengamos, haremos llegar una copia completa de La Barca a El Vaticano, para que allí, sin ninguna duda estén enterados de todo cuanto hacemos, sentimos, sufrimos y damos testimonio de vida, los divorciados en nueva unión, que de al menos 35 países del mundo, hemos formado el grupo de visitantes de este blog, que es mucho más que un blog cualquiera, es un blog donde mediante una concepción, moderna, criterios, con sentido común y fundamentalmente con mucha misericordia, decimos presente, cuando la Iglesia toma lista y ahí estamos con una presencia activa.
Por todo esto, ahora que sólo faltan 14 visitas, no sólo les que queremos dar las gracias por estas 4.000 visitas, que han sido en sabroso alimento para el espíritu, sino que recordando aquello de “darte gracias y pedirte favores” les queremos pedir que nos ayuden a crecer, que nos ayuden a ser mejores y hacer mejor las cosas, que difundan la celebración de nuestro día, tu día, y que les cuenten a quienes puedan que La Barca existe y que hasta quizás les pueda servir como compañía, ya que simplemente estamos para servir, nada más y nada menos.
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad
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