Hemos dado un nuevo paso, ya pasamos las primeras 4.000 visitas y como sucede con cualquier escalón que se sube, no está nada mal festejarlo.
Hemos pensado como forma de festejo contarles algunas cosas del blog, por ejemplo como lo hacemos.
Las noticias las rescatamos de algunos medios que las circularizan por Internet, se trata de agencias informativas católicas, tales como Fides, que son de carácter internacional, pero también de otras a cuyos servicios estamos, gratuitamente subscriptos.
Las ilustraciones que nos acompañan y que en más de una ocasión nos han llevado bastante tiempo para elegirlas, pretenden graficar el contenido o en algunos casos el título y en cada oportunidad que podemos evitamos las fotos, preferimos que sean dibujos, como forma de darle familiaridad al mensaje.
Los videos podrían ser todos de música cristiana, pero la vida de cada uno no pasa única y exclusivamente por la Iglesia, con lo cual hay muchos otros que identifican perfectamente lo que queremos manifestar y que creemos que no está nada mal compartirlos.
Los post son originados en las noticias, pero sin abusar para no convertir La Barca en un periódico ...
... en los artículos que nos envían, ya sean de factura propia o recomendaciones de otros que merecen la pena difundir y en los comentarios tratamos de fijar nuestras opiniones.
Muchos otros son elaborados por nosotros mismos o por quienes nos acercan sus puntos de vista.
Y los comentarios a los posts quizás son casi la parte más importante, por eso muchos los rescatamos de ese lugar y lo convertimos en posts, pero sean o no convertidos, reflejan en cada caso las opiniones de quienes los escriben y los publicamos todos, sin censurar ninguno, ya que hemos adoptado como sistema que la expresión ajena es demasiado importante como para que nos creamos que podemos censurarla.
Queda el adorno del blog, que hemos ido simplificando, para evitar convertirlo en una arbolito de navidad, en el cual estuviera lleno de elementos de cotillón que nos distrajera del verdadero sentido, que no es otro que transmitir un mensaje misericordioso, que fuera útil y que su lectura fuera simple y entretenida.
Evitamos agradecimientos, felicitaciones y todo aquello que haga al ego, ya que el objetivo es simplemente servir, sin recibir nada a cambio, ni siquiera un “muchas gracias”
Así lo hicimos hasta ahora, esperamos mejorarlo en el futuro y así llegar, quizás para el Día Internacional de los Católicos Divorciados en Nueva Unión, con 5.000 visitas, pero si no llegamos, da igual, lo importante pasa realmente por otro lado, pasa por te sirvamos para algo, el resto es papel mojado.
De este modo llegamos a las 4.000 visitas, transmitiendo un mensaje, que somos miembros de la Iglesia, que acatamos sus directrices, que nos gustaría una mayor apertura y que mientras tanto seguimos dando testimonio con nuestra propia vida, como una forma de cargar con nuestra propia cruz, que el asumimos con grandeza aunque sin claudicar de nuestros sueños.
Le escribo por este medio, sin complejos ni pre conceptos pueriles, con la casi plena seguridad que Usted nunca llegará a enterarse del contenido de la presente, salvo que algún piadoso villenense, estudiante de doctorado, o algún otro visitante ocasional de la Santa Sede se la haga llegar, pero como decía un Santo nacido en Barbastro (Huelva): “Haz lo que debas, a...unque debas lo que hagas” y a eso vamos.
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a Usted desde las antípodas del pensamiento (futbolísticamente hablando, obvio, aunque estemos en la B Nacional, Huracán, existe) tal como lo hice hace más de 10 años y en ese momento para mi sorpresa tuve una respuesta elocuente, nada de palabras huecas, nada de dilaciones estériles, actos concretos, hechos reales.
Bastó una Audiencia casi inmediata con el Obispo Auxiliar a cargo de la Pastoral Familiar en la Redonda de Belgrano y si no hubiera sido por mi cruzada del charco, seguramente desde varios años esa idea hubiera tomado cuerpo, hubiera visto la luz y, quizás, hoy muchos nos sentiríamos partícipes de un muy interesante ámbito de reflexión y contención.
Como no le di las gracias en su momento, tarde pero seguro, aprovecho la oportunidad para hacerlo. Nobleza obliga.
También le escribo desde el conocimiento, casi en primera persona, de sus apoyos a un hermoso y colorido movimiento, nacido en Palma de Mallorca y difundido en todo el mundo, con relación a una apertura muy acorde a los tiempos, aunque por razones estatutarias (obviamente modificables) no hayan considerado posibles sus sugerencias, ha sido otra verdadera lástima.
Se podría haber brindado contención y felicidad a muchos, pero las cosas son como son y quizás en el futuro la apertura, el aggiornamiento y la comprensión sean elementos que algunos puedan tener en cuenta y seguramente contarán con el respaldo de quienes corresponda.
Imagino, sin demasiada inteligencia, que el camino que deberá recorrer será cualquier cosa menos fácil, que como dice San Lucas en su capítulo 10, "la mies es mucha y los obreros pocos", al menos los que estén realmente dispuestos a poner cada cosa en su lugar, pero al aceptar la decisión del Cónclave eso ya lo sabía, así que ahora sólo resta hacer y confiar en la Divina Providencia.
Su estilo claro, cercano, agradable será un buen elemento para "caminar, edificar y confesar" como magistralmente nos ha señalado el derrotero y es dable creer que por esa huella será un desafío alucinante caminar, sin necesidad de demasiadas cosas extras.
Los temas siempre pendientes son muchos, todos importantes y según con quien uno hable o que periódico lea parece que todos necesitan una respuesta inmediata, ejemplarizante en algunos casos y de estricta justicia en otros, pero realmente cada cosa deberá esperar su turno y esa Iglesia a la medida de cada uno, esa Iglesia que reivindique al Evangelio según San Yo, esa Iglesia inmediatista del Llame Ya, es una Iglesia que no existe y que seguramente no existirá, así que no se preocupe, mientras tanto ladrarán y esa será la señal inequívoca que cabalgamos.
A pesar de todo me atreveré a llamar su atención en un tema que a varios, diseminados por todo el mundo, nos ha tocado la lamentable situación de romper nuestros matrimonios y en algunos casos la bendición de tener una nueva posibilidad y hemos encontrado en la Exhortación Apostólica Familiris Consortio una luz de esperanza, aunque luego de más 30 años de esa hermosa Encíclica de SS Juan Pablo II, quizás algo más se pueda hacer, tal como se ha planteado en varios Sínodos.
El acceso a los Sacramentos es pan de vida y bebida de salvación y aunque cueste creerlo, son muchos los famélicos que verían con sumo agrado que de una manera concreta se los tuviera en cuenta y para eso contamos con Usted, con su comprensión, con su cordialidad, con su buen hacer y recordando a San Mateo (7.7) resuena en los oídos, en el cerebro y en los corazones aquello de:”Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá” y esto renueva la ilusión y esperanza, esa segunda virtud teologal que algunas veces el ajetreo de lo cotidiano nos hace olvidar.
La Comunión Espiritual es reconfortante, es un paliativo hermoso, es un acto de cercanía que hace vibrar el cerebro y que acelera las pulsaciones, pero convengamos que no es lo mismo ni mucho menos y de eso pueden dar testimonio elocuente quienes a lo largo de los años se quedan de rodillas en los reclinatorios, con rostros compungidos y dolor en el corazón.
Sabemos que el camino será largo, que los obstáculos se multiplicarán a cada paso, que entre las urgencias de unos y la laxitud de otros algunas cosas se podrán complicar, pero también sabemos que si bien no hay rosas sin espinas, quizás algún día podamos decir que no hay espinas sin rosas.
Me despido con la inconmensurable convicción que: Cristo, cuenta contigo y nosotros con su Gracia.
Dios guarde a Su Santidad