Cuando alguien considera que no tiene razones para acceder a la Nulidad Matrimonial, se abren nuevos caminos, los cuales también pueden ser transitados.
A continuación, las reflexiones de Gustavo, quien nuevamente nos escribe desde Buenos Aires (ARG)
Sobre mis dudas creo conveniente agregar una pequeña introducción.
Ingresé a la Iglesia, bautismo mediante, de grande.
Quiere decir que fue después de una decisión basada en análisis y necesidades y no por fe o educación.
En el caso particular que nos atañe, ser divorciado dentro de la Iglesia Católica, debería razonar:
Si quiero integrar una comunidad, me atengo a sus normas, si no estoy de acuerdo, busco otra comunidad que me contenga, ya que la relación con Jesús es íntima y personal, y creo que las iglesias sólo marcan un camino o formas de vida que facilitan esa comunicación.
Para el cambio a otra comunidad que me contenga, hay un pequeño inconveniente: si bien respeto mucho al resto de las iglesias cristianas, y admiro su ferviente fe individual y sobretodo, comunitaria; no me siento, interiormente identificado por otra que no sea la católica, con cura y todo.
Ahora bien, les comento la primera de mis dudas.
He visto que algunas de las referencias a la indisolubilidad del matrimonio se encuentran en Mateo 5 de 27-23 ; Mateo 19 de 1-40 y 1 Corintios 7 de 10-11
Sobre esos pasajes hay una diferencia de traducción, en diferentes biblias, sobre la salvedad de esa indisolubilidad: "...salvo unión ilegal.." en mi Biblia, la de catequesis y "...salvo fornicación...” en otras como “La Biblia de Jerusalén” (no recuerdo el traductor) y las de Varela, que utilizan la Anglicana y las que de ella derivaron.
Es decir, expresan que, si bien no alienta el divorcio, concede o lo permite en situación de adulterio.
Ambas traducciones, desde mi punto de vista, basado en la historia y con algo de suspicacia, me resultan poco confiables y vinculadas a las necesidades poder desde la temprana edad media hasta el fin de las monarquías.
Según esta óptica, era necesario dar una estabilidad eterna a esa unión, debido a las alianzas políticas que significaban (entre los reinos), generalmente casamientos entre casi niños.
La contraparte me refiero, obviamente a Enrique VIII, y situaciones de independencia Iglesia-Estado, en los reinos enfrentados al papado (como otro estado, con estados aliados)
Gustavo
COMENTARIO
Lamentamos sinceramente no poder darte una respuesta concreta, ya que no tenemos los conocimientos necesarios, aunque podrías trasladar tu inquietud a www.teologoresponde.com.ar desde donde seguramente podrán darte detalles que a nosotros escapan por pura y asumida ignorancia.
De todos modos compartimos contigo que cuando uno se encuentra incorporado en cualquier organización, y ya lo hemos manifestado más de una vez en este blog, que tiene varias opciones, o acepta las reglas y se queda, o no las acepta y se va, aunque queda una tercera vía (y quizás una cuarta, o quinta, o sexta..) por la cual uno acepta aún sin compartir plenamente y hace algo por cambiar o por cambiarlas.
Resulta bastante poco probable que nuestra Iglesia y cualquier otra, sea a la medida de cada uno, o que al menos contemple todas las situaciones, ya que eso es imposible, con lo cual esperanzas para eso no tenemos, aunque si que algunas posiciones se modifiquen algún día.
Quizás no hayas tenido suerte en encontrar un grupo pastoral que realmente te haga sentir contenido, tal como le pasa seguramente a otros en varios lugares o aún peor, que hayas encontrado algún grupo o movimiento que con sus actitudes más que aclararte las dudas, te las haya incrementado.
El camino del cristiano en general y del comprometido en particular, es una eterna búsqueda y en esa búsqueda sólo hay que temer de aquellos caminos sembrados de rosas, ya que en la mayoría de los casos no conducen al cielo.
A continuación, las reflexiones de Gustavo, quien nuevamente nos escribe desde Buenos Aires (ARG)
Sobre mis dudas creo conveniente agregar una pequeña introducción.
Ingresé a la Iglesia, bautismo mediante, de grande.
Quiere decir que fue después de una decisión basada en análisis y necesidades y no por fe o educación.
En el caso particular que nos atañe, ser divorciado dentro de la Iglesia Católica, debería razonar:
Si quiero integrar una comunidad, me atengo a sus normas, si no estoy de acuerdo, busco otra comunidad que me contenga, ya que la relación con Jesús es íntima y personal, y creo que las iglesias sólo marcan un camino o formas de vida que facilitan esa comunicación.
Para el cambio a otra comunidad que me contenga, hay un pequeño inconveniente: si bien respeto mucho al resto de las iglesias cristianas, y admiro su ferviente fe individual y sobretodo, comunitaria; no me siento, interiormente identificado por otra que no sea la católica, con cura y todo.
Ahora bien, les comento la primera de mis dudas.
He visto que algunas de las referencias a la indisolubilidad del matrimonio se encuentran en Mateo 5 de 27-23 ; Mateo 19 de 1-40 y 1 Corintios 7 de 10-11
Sobre esos pasajes hay una diferencia de traducción, en diferentes biblias, sobre la salvedad de esa indisolubilidad: "...salvo unión ilegal.." en mi Biblia, la de catequesis y "...salvo fornicación...” en otras como “La Biblia de Jerusalén” (no recuerdo el traductor) y las de Varela, que utilizan la Anglicana y las que de ella derivaron.
Es decir, expresan que, si bien no alienta el divorcio, concede o lo permite en situación de adulterio.
Ambas traducciones, desde mi punto de vista, basado en la historia y con algo de suspicacia, me resultan poco confiables y vinculadas a las necesidades poder desde la temprana edad media hasta el fin de las monarquías.
Según esta óptica, era necesario dar una estabilidad eterna a esa unión, debido a las alianzas políticas que significaban (entre los reinos), generalmente casamientos entre casi niños.
La contraparte me refiero, obviamente a Enrique VIII, y situaciones de independencia Iglesia-Estado, en los reinos enfrentados al papado (como otro estado, con estados aliados)
Gustavo
COMENTARIO
Lamentamos sinceramente no poder darte una respuesta concreta, ya que no tenemos los conocimientos necesarios, aunque podrías trasladar tu inquietud a www.teologoresponde.com.ar desde donde seguramente podrán darte detalles que a nosotros escapan por pura y asumida ignorancia.
De todos modos compartimos contigo que cuando uno se encuentra incorporado en cualquier organización, y ya lo hemos manifestado más de una vez en este blog, que tiene varias opciones, o acepta las reglas y se queda, o no las acepta y se va, aunque queda una tercera vía (y quizás una cuarta, o quinta, o sexta..) por la cual uno acepta aún sin compartir plenamente y hace algo por cambiar o por cambiarlas.
Resulta bastante poco probable que nuestra Iglesia y cualquier otra, sea a la medida de cada uno, o que al menos contemple todas las situaciones, ya que eso es imposible, con lo cual esperanzas para eso no tenemos, aunque si que algunas posiciones se modifiquen algún día.
Quizás no hayas tenido suerte en encontrar un grupo pastoral que realmente te haga sentir contenido, tal como le pasa seguramente a otros en varios lugares o aún peor, que hayas encontrado algún grupo o movimiento que con sus actitudes más que aclararte las dudas, te las haya incrementado.
El camino del cristiano en general y del comprometido en particular, es una eterna búsqueda y en esa búsqueda sólo hay que temer de aquellos caminos sembrados de rosas, ya que en la mayoría de los casos no conducen al cielo.
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