En su mail nos decía:
Estimados amigos:
Os mando este artículo con el fin de que lo analicéis por si os puede servir para algo.
No es para polemizar.
Un abrazo.
Francisco
El artículo en cuestión lleva por nombre ¡solteros otra vez! correspondiente al Folleto EVC Nº 175, cuyo autor es: R.P. PEDRO HERRASTI, S.M.
Como el folleto es un poco largo lo hemos dividido en 11 posts y en nuestra opinión da una visión muy clara de las exigencias de la Iglesia, analizando además las causales que posibilitan el acceso a la Nulidad Matrimonial.
La lectura es llevadera, muestra la realidad imperante en México, la cual es extrapolable a casi todos lados y como simple corolario nos queda una duda:
Si tantas son las posibilidades, si tan cortos son los procesos, si l tan accesibles son los costes son, si tanta comprensión y misericordia existe ¿cuál es la razón para que tantos matrimonios destrozados no acudan a un Tribunal Eclesiástico? y verifiquen realmente si su matrimonio fue realmente un Sacramento.
Le dejamos nuestra duda, cada uno tendrá su respuesta.
en la experiencia que yo tengo trabajando en el Tribunal Eclesiastico, donde tratamos las causas de nulidad del matrimonio, he visto y tengo la estadistica clara y dura que de 1552 entrevistas de divorciados vueltos a casar solo INTRODUCEN la causa 180 personas. Veo que la mayoria no les intereso o no quisieron, pero lo que si se es que se les dijo que ya la introdujeran y no lo hicieron. La pregunta es 1.- Sera verdad que de verdad quieren comulgar?? sera verdad que hay de verdad en TODOS un deseo de comunion de conversion de dolor por haberse dañado y dañado a otro y a Dios?? Creo que la gran mayoria solo quieren comulgar por una cuestion social, exterior y caer en la superficialidad que hacen los que si podemos comulgar. Es un tema delicado, para mi ha sido el mejor apostolado que tengo, me siento realizado ayudarles a restablecerse en su vida espiritual, pero, tambien me doy cuenta que un porcentaje no tan bajo lo hace por la pareja que no tiene el impedimento. tambien otro tanto ni frecuentan su vida espiritual con seriedad como se esperaria de ellos.
ResponderEliminarGracias
Padre Hector Emilio